AI ve en las ejecuciones "otro ejemplo del atroz historial de DDHH" de la junta militar, mientras que HRW lo tilda como "absoluta crueldad"
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El relator especial de Naciones Unidas para la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha pedido a la comunidad internacional que la ejecución de cuatro opositores y activistas sirvan como "punto de inflexión" para dar un paso al frente y tomar medidas frente a la grave crisis que atraviesa el país asiático.
"Estoy devastado por las noticias que llegan sobre la ejecución del activista Ko Jimmy y el diputado Zeyar Thaw, ejecutados junto a otras dos personas. Los miembros de la ONU deben honrar sus vidas haciendo de estos actos depravados un punto de inflexión", ha indicado en un comunicado.
Así, ha dicho sentirse "indignado" por lo sucedido y ha trasladado todo su apoyo a "las familias, amigos y seres queridos", además de "a todo el pueblo birmano, "que es víctima de las medidas de la junta militar y sus atrocidades".
"Estos individuos han sido juzgados y condenados por un tribunal militar sin tener derecho a apelar la decisión judicial y sin contar con ningún tipo de asesoramiento legal, en una clara violación de los Derechos Humanos", ha aseverado.
En este sentido, ha señalado que el "asesinato sistemático de manifestantes, los ataques indiscriminados contra localidades, y ahora la ejecución de líderes opositores, requiere medidas inmediatas por parte de los Estados miembro de Naciones Unidas". "¿Qué más tiene que hacer la junta para que la comunidad internacional responda?", ha puntualizado.
Además, ha acusado a la junta militar de "reírse" de los cinco puntos propuestos por la Asociación de Naciones de Sudeste Asiático (ASEAN) a modo de 'hoja de ruta' para encauzar al país y ha incidido en la necesidad de "tomar medidas que estén a la altura de estos actos inconmensurables".
"EJEMPLO DEL ATROZ HISTORIAL DE DDHH"
Por su parte, el director regional de Amnistía Internacional (AI), Arwin van der Borght, ha denunciado que estas ejecuciones deben interpretarse como "privación arbitraria de vidas" y que son "otro ejemplo del atroz historial de Derechos Humanos" de Birmania.
"Los cuatro hombres fueron condenados por un tribunal militar en juicios muy secretos y profundamente injustos. La comunidad internacional debe actuar de inmediato, ya que se cree que hay más de cien personas en el corredor de la muerte tras ser condenadas por juicios similares", ha incidido Van der Borght.
En este punto, el director regional de AI ha acusado a la junta militar birmana de estar involucrada en "ejecuciones extrajudiciales, torturas y toda una gama de violaciones de los Derechos Humanos" desde su toma del poder, en febrero de 2021.
"En un momento en que cada vez más países toman medidas para abolir la pena de muerte, la reanudación de las ejecuciones después de más de tres décadas no solo contradice la tendencia mundial, sino que también es contraria al objetivo de abolición consagrado en el derecho internacional de los derechos humanos", ha incidido Van der Borght.
Finalmente, desde Amnistía Internacional han instado a las autoridades birmanas a establecer "de inmediato" una moratoria de las ejecuciones.
"ACTO DE ABSOLUTA CRUELDAD"
En la misma línea, la directora interina de Human Rights Watch (HRW) para Asia, Elaine Pearson, ha tildado las recientes ejecuciones como "un acto de absoluta crueldad" por parte de las autoridades militares birmanas.
Asimismo, ha compartido la posición de otras organizaciones respecto a que el proceso judicial contra los opositores y activistas fueron "manifiestamente injustos y motivados políticamente".
"Esta horrible noticia se ha visto agravada por el hecho de que la junta no notificó a las familias de los hombres, quienes se enteraron de las ejecuciones a través de los informes de los medios de comunicación de la junta", ha denunciado Pearson.
"La barbarie y el insensible desprecio de la junta por la vida humana tienen como objetivo enfriar el movimiento de protesta contra el golpe. Los estados miembros de la Unión Europea, Estados Unidos y otros gobiernos deberían mostrarle a la junta que habrá un ajuste de cuentas por sus crímenes", ha añadido Pearson.
Por último, desde HRW se ha incidido en la necesidad de que se apliquen "medidas inmediatas", incluida la liberación de todos los presos políticos, así como hacer saber a las autoridades militares de Birmania que sus actos "tienen consecuencias".
Se trata de las primeras ejecuciones que se llevan a cabo en el país desde que el líder estudiantil de la etnia chin, Salai Tin Maung Oo, fuera ahorcado por el régimen autoritario del dictador general Ne Win en la prisión Insein de Rangún en 1976.