Campo de refugiados rohingya
MOHAMMAD PONIR HOSSAIN/REUTERS
Actualizado: viernes, 1 septiembre 2017 12:37

MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

La relatora de Naciones Unidas sobre la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Yanghee Lee, ha alertado este viernes de que la situación de los rohingya en el estado de Rajine está empeorando, aunque la creciente ola de violencia que asola el país también afecta a otras comunidades.

Yanghee ha denunciado que los episodios de violencia que sacuden Rajine desde hace una semana "son realmente preocupantes y deben detenerse cuanto antes".

Los enfrentamientos comenzaron el viernes pasado, cuando varios milicianos del Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA) --un grupo armado conocido anteriormente como Aharak al Yaqin que fue creado por los rohingya exiliados tras la crisis de 2012-- atacaron varios puestos policiales y una base militar en Rajine, según informó la ONU.

En respuesta, el Ejército birmano puso en marcha "operaciones de limpieza" para dar con los insurgentes rohingya. Los militares han evacuado a la población no musulmana de Rajine y ha registrado casa por casa en busca de supuestos milicianos entre esta minoría étnica y religiosa. En total, 117 personas han muerto por la acción de ambas partes y cerca de 50.000 rohingya han huido de Birmania en apenas una semana.

Yanghee ha expresado su preocupación por los "ataques extremistas" que están protagonizando ambos bandos y por la respuesta gubernamental a estos episodios, argumentando que podrían "descarrilar los esfuerzos por identificar las causas originarias de la discriminación sistemática y la violencia cotidiana en el estado de Rajine", ha manifestado.

La relatora ha aprovechado para recordar a las autoridades que tienen la obligación de otorgar la misma protección y velar por los Derechos Humanos de todas las comunidades, ya sea frente a los ataques de los grupos extremistas o a los de las fuerzas de seguridad.

"Siento tristeza al comprobar que el Gobierno está evacuando a los budistas y a otras comunidades a lugares seguros, pero su asistencia no se extiende a los rohingya", ha denunciado Yanghee.

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.

Este es el mayor estallido de violencia desde hace cinco años, cuando los enfrentamientos entre rohingya y budistas --que son mayoría en el resto de Birmania-- arrojaron un balance de más 200 muertos y 140.000 desplazados en la capital de Rajine.

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