El féretro con los restos mortales del expresidente de Zimbabue Robert Mugabe ha llegado este miércoles al principal aeropuerto del país africano procedente de Singapur, aunque el lugar del entierro sigue siendo un misterio y fuente de disputa entre familiares y miembros del Gobierno.
Una multitud esperaba en el Aeropuerto Internacional Robert Gabriel Mugabe de Harare la llegada del cuerpo, convertida en una especie de festival con música sonando a través de los altavoces. Entre los asistentes coincidían las camisetas con la cara de Mugabe con otras con la de su sucesor, Emmerson Mnangagwa.
Junto al féretro también han llegado la viuda del exmandatario, Grace, y el vicepresidente, Kembo Mohadi, según ha explicado el portavoz de la familia, Leo Mugabe. El actual presidente y otros altos cargos han esperado en el aeropuerto el aterrizaje del féretro.
Leo Mugabe no ha aclarado dónde será enterrado Mugabe y se ha limitado a confirmar que los restos mortales del antiguo presidente serán trasladados inicialmente a su residencia palaciega en la capital. El jueves, está previsto que se abra una capilla ardiente en un estadio de fútbol de Harare.
Tras este homenaje ciudadano, el cuerpo será trasladado a Kutama, a unos 85 kilómetros de la capital, ha explicado el portavoz de la familia.
Mnangagwa y el partido gobernante quieren que Mugabe sea enterrado en un monumento erigido en recuerdo a los héroes de la liberación, pero algunos parientes han desechado esta idea para intentar desmarcarse del presidente, al que acusan de conspirar para lograr la caída de su predecesor en noviembre de 2018.
El Gobierno se ha limitado a decir por ahora que el entierro está previsto para el domingo, un día después del funeral de Estado, y ha apuntado que el lugar exacto se conocería una vez que hubiese sido repatriado el cuerpo y después de consultarlo con la familia.
El exdirigente murió la semana pasada a los 95 años de edad y tras padecer una larga enfermedad. En los últimos meses, permaneció largos periodos de tiempo hospitalizado en Singapur. Durante años ha habido especulaciones en torno a la posibilidad de que sufriera un cáncer de próstata, si bien este extremo nunca ha sido confirmado.