IKOM (NIGERIA), 14 (Reuters/EP)
Unos 7.500 ciudadanos de la zona anglófona de Camerún han huido a Nigeria debido a la represión que las autoridades están ejerciendo contra esta comunidad en el marco de las tensiones existentes con las élites de la zona francófona que dominan el país.
Este conflicto se ha convertido en el reto más grave que ha tenido que enfrentar el Gobierno del presidente, Paul Biya, quien se espera que intente renovar su mandato en las elecciones del próximo año, tras 35 años en el poder.
La represión que ha ejercido el Gobierno de Camerún contra los activistas anglófonos que hace un año denunciaron sentirse marginados por la zona francófona ha derivado en un movimiento secesionista dominado por un ciclo de violencia.
Las autoridades camerunesas han ordenado a miles de ciudadanos de la zona de habla inglesa, situada en el sureste del país, que abandonen sus hogares. El 1 de octubre los secesionistas declararon la independencia del estado de Ambazonia.
Desde entonces unas 7.500 personas han huido de Camerún hacia Nigeria. Solo durante la jornada del día 4 de octubre huyeron un total de 2.300 personas por miedo a sufrir represalias por parte del Gobierno, después de que un grupo de milicianos separatistas organizaran redadas en las que perdieron la vida seis militares y policías.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha asegurado que se está preparando para asistir a unos 40.000 refugiados. Las autoridades camerunesas han defendido que su represión contra los separatistas anglófonos está justificada porque estas personas suponen una amenaza.
SOLIDARIDAD E INTEGRACIÓN
Las personas que han huido de Camerún han sido acogidas por familias nigerianas que les han ofrecido comida, vestido y refugio. Un responsable de ACNUR ha destacado que la integración de estas personas ha sido más fácil gracias a que en Nigeria también se habla inglés.
No obstante, la comida y los suministros son limitados. Desde la llegada de estos refugiados a Nigeria han muerto cuatro personas que estaban enfermas y existen casos, en los que hasta 50 personas duermen en una habitación de cinco por siete metros.
Los ciudadanos afectados han manifestado su descontento con el Gobierno y han asegurado que éste ya no les representa, lo que podría favorecer que los separatistas reclutaran a más miembros.
"Nos manifestamos de forma pacífica, pero hemos empezado a reaccionar por las muertes que ha habido de personas inocentes", ha subrayado Tiku Michael, un empresario, agricultor y padre de seis hijos que se ha convertido en refugiado. "Ni siquiera Dios permitiría que las cosas fuesen así", ha lamentado.
DIVISIONES HISTÓRICAS
Eta Quinta, una agricultora de 32, ha contado que cuando los militares irrumpieron de forma violenta y con armas en su pueblo, situado en el sureste de Camerún, tuvo que refugiarse en el bosque con sus tres hijos.
"Encontré una canoa y la utilicé para cruzar el río con mis hijos, sin saber dónde se encontraban mi marido y mis otros dos hijos", ha narrado en declaraciones a Reuters.
Quinta y sus hijos, una de ellas un bebé de dos meses, andaron durante tres días por el bosque hasta llegar a la frontera que cruza por las cataratas de Agbokim, sin noticias del resto de su familia.
"Hay muchas mujeres embarazadas en el bosque", ha asegurado Quinta. "Tengo amigos en el bosque y no sé si los volveré a ver a ellos ni a sus hijos", ha lamentado.
A finales de la Primera Guerra Mundial, Camerún era una colonia alemana que acabo siendo ocupada y controlada por los gobiernos de Reino Unido y Francia, aliados en la guerra. Esta circunstancia asentó las bases de la división por lenguas que aún persiste en la actualidad.
Los ciudadanos de la zona de habla anglófona representan menos del 5 por ciento de la población total del país y se encuentran en la antigua región perteneciente a Reino Unido, cerca de la frontera con Nigeria.
En 1961, un año después de que Camerún consiguiera su independencia, la zona británica fue anexionada a la región francesa. Desde entonces, los ciudadanos francófonos han dominado la política del país.