ROMA, 12 Oct. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
República Centroafricana, Chad, Sierra Leona, Madagascar y Zambia figuran como los países más gravemente afectados por el hambre a nivel global, según el Índice Global del Hambre, que no incluye en su lista a Sudán del Sur y Somalia por falta de datos.
El informe publicado este jueves señala que el hambre se ha reducido en más de 25 por ciento desde el año 2000 pero pone de manifiesto que los conflictos y los impactos climáticos están comenzando a revertir esos avances.
Casi la mitad de los 119 países analizados en el estudio tienen niveles "graves", "alarmantes" o "extremadamente alarmantes" de hambre en el periodo que va de 2012 a 2016, con República Centroafricana como el país más afectado, seguido por Chad, Sierra Leona, Madagascar y Zambia.
"Los conflictos y los impactos relacionados con el clima está en el centro de este problema", ha explicado Dominic MacSorley, el director ejecutivo de Concern, que ha realizado el informe en colaboración con el Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias y Welthungerhilfe. Según el estudio, casi la mitad de las poblaciones de los países con mayor nivel de hambre sufren escasez de alimento.
Somalia y Sudán del Sur, dos países muy afectados por el hambre, forman parte del grupo de trece naciones excluidas del estudio por falta de datos. Naciones Unidas aseguró en septiembre que los niveles globales de hambre han aumentado por primera vez en más de una década y que ahora hay 815 millones de personas afectadas por el hambre, lo que supone un 11 por ciento de la población mundial.
La hambruna ha afectado a comienzos de este año a varias zonas de Sudán del Sur y hay un alto riesgo de que la situación se vuelva a repetir allí y en otros países afectados por conflictos, como es el caso del noreste de Nigeria, Somalia y Yemen, según alertó Naciones Unidas.
Yemen se sitúa en el sexto lugar en el Índice Global de Hambre porque el hambre ha aumentado en el país desde 2015, cuando comenzó la guerra entre las fuerzas del Gobierno y los rebeldes huthis, apoyados por militares leales al expresidente Alí Abdulá Salé.
Aunque la mayor parte de Nigeria no tiene problemas alimentarios, la violencia del grupo terrorista Boko haram ha dejado a millones de personas expuestas al riesgo de hambruna en el noreste del país. "Debemos construir resiliencia en las comunidades sobre el terreno pero debemos también impulsar a nivel internacional la solidaridad internacional", ha afirmado MacSorley.
El estudio también pone de manifiesto que catorce países, entre los que figuran Senegal, Azerbaiyán, Perú, Panamá, Brasil y China, han hecho importantes avances en la lucha contra el hambre desde 2000. El informe se basa en los niveles de hambre en la población y en los porcentajes de complicaciones y muertes de niños de menores de cinco años.
Las mujeres, las niñas y los miembros de las minorías étnicas son los grupos más expuestos al hambre, que causa casi la mitad de las muertes de los menores de cinco años. "El mundo debe actuar como una sola comunidad con la meta compartida de garantizar que ni un solo niño se va a la cama con hambre cada noche y que nadie se queda atrás", ha subrayado MacSorley.