Desplazados por la violencia en Bria
NATACHA BUHLER/MSF
   
Actualizado: sábado, 1 julio 2017 11:11

MSF y Oxfam alertan de la situación en que está la población civil y piden una mayor implicación de la comunidad internacional

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

En República Centroafricana (RCA) la paz parece aún lejana para sus 4,6 millones de habitantes. Pese al reciente acuerdo firmado por el Gobierno y trece grupos armados, la tensión sigue estando latente y en cualquier momento podría volver la violencia a gran escala, han alertado Médicos Sin Fronteras (MSF) y Oxfam.

El Gobierno centroafricano y grupos armados --tanto antiguos Séléka, predominantemente musulmanes, como 'anti-balaka', mayoritariamente cristianos-- firmaron el pasado 19 de junio un acuerdo de paz, con la mediación de la Comunidad de Sant'Egidio, que contempla un alto el fuego y la desmovilización de los insurgentes y su transformación en partidos políticos.

El acuerdo llegó tras un mes de mayo especialmente virulento que dejó decenas de muertos en Bangassou, Bria y Alindao, entre otros lugares, y provocó 100.000 nuevos desplazados internos, hasta situar en 500.000 el total, una cifra que no se registraba desde el punto álgido del conflicto que estalló en diciembre de 2013.

Al día siguiente de su rúbrica, estallaron nuevos enfrentamientos en Bria que dejaron un centenar de muertos. "El ambiente general sigue tenso y cualquier incidente puede desembocar en un incremento de la violencia", advierte en declaraciones a Europa Press la responsable de incidencia en RCA de Oxfam, Sylvia Ghaly.

Una opinión que comparte Lali Cambra, asesora de comunicación de MSF y que ha visitado recientemente el país africano. "Hay mucha tensión y mucho miedo por lo que cualquier rumor o pequeño altercado puede desatar que haya cuatro tiros y de ahí se pase a barrios arrasados, muertos y desplazados", advierte.

Este mismo viernes se informó de al menos 22 muertos en enfrentamientos entre pastores fulani y milicianos armados, presuntamente 'anti-balaka', en la localidad de Zemio, en el sureste del país y junto a la frontera con República Democrática del Congo (RDC). Durante los enfrentamientos, varias viviendas habrían sido incendiadas.

Natacha Buhler/MSF

"GUERRA ABIERTA Y EMERGENCIA PLENA"

"Lo que hemos estado viendo en los últimos meses hasta la llegada de la firma de este acuerdo de paz es un retorno a una situación de guerra abierta y de emergencia plena en la que de nuevo vemos que la población civil es utilizada como elemento de castigo y represalia" por parte de los distintos grupos, subraya Cambra en declaraciones a Europa Press.

Según precisa, la información que llega desde RCA es de que siguen produciéndose "matanzas" con unos pocos muertos y no a gran escala, con lo cual está por ver cuáles serán los resultados. "En RCA ha habido bastantes acuerdos de paz pero, ¿qué hayan fructificado?", se pregunta, incidiendo en que un factor clave será ver si los jefes de los grupos armados firmantes podrán hacer que sus hombres respeten lo firmado.

"El acuerdo de paz firmado en Roma no ha tenido ningún impacto en el país", coincide Ghaly desde Bangui. "Aunque quizás algunas personas sabían del acuerdo, este ha fracasado en el intento de restaurar la esperanza para encontrar una solución pacífica a la situación de RCA", subraya la responsable de Oxfam.

El reciente incremento de la violencia en RCA ha venido motivado, en opinión de Ghaly, por "la falta de seguridad, la débil presencia y control del Estado y el mandato restringido de la MINUSCA que no le permite responder de forma adecuada a las agresiones o la impunidad que reina en el país".

Desplazados por la violencia en Alindao, Lali Cambra/MSF  

FALTA DE ATENCIÓN INTERNACIONAL

Tanto MSF como Oxfam consideran que la situación en RCA no recibe la atención internacional que merece. Actualmente, en el país hay 2,4 millones de personas necesitadas de asistencia, del total de 4,6 millones de habitantes, además de los 500.000 desplazados internos y cerca de 500.000 refugiados en los países vecinos.

"La situación en RCA no recibe la suficiente atención", lamenta Ghaly. "El problema es que en este país la comunidad internacional está intentando utilizar formas de respuesta humanitaria preestablecidas que no funcionan en un contexto tan cambiante como el que tenemos aquí", añade la responsable de Oxfam.

Según explica Ghaly, los criterios de los donantes "no están bien diseñados" y no se corresponden con la "compleja situación" en RCA, donde hay "una crisis continuada con recurrentes conflictos internos que provocan violencia y grandes desplazamientos de población en ciertas zonas".

"Los donantes se focalizan sobre las zonas calientes que están en el punto de mira de la prensa, pero hay otras zonas del país donde las necesidades son iguales sino mayores y no reciben suficiente atención o recursos", lamenta la responsable de Oxfam, subrayando que también hay una falta de fondos. De los cerca de 400 millones solicitados por la ONU para el país, hasta la fecha solo se han recibido el 30 por ciento.

Por su parte, Cambra también apunta a "una falta de reacción" de la comunidad internacional y de "las organizaciones con capacidad de actuar en emergencias". No obstante, reconoce que "trabajar en RCA es díficil" y de hecho el país fue el segundo en 2016 en número de incidentes de seguridad en los que se vieron afectadas las organizaciones humanitarias.

A la asesora de MSF le preocupa igualmente que "haya habido un intento de normalización del país y se va más a la ayuda al desarrollo que a la ayuda de emergencia" pese a que hay más de dos millones de personas necesitadas de ella.

Desplazados por la violencia en Alindao, Lali Cambra/MSF  

"RCA SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN UN POLVORÍN"

"Estamos en una emergencia, el conflicto está ahí y aunque en los últimos días no ha habido ataques contra una gran ciudad, el país se está convirtiendo en un polvorín" que podría estallar en cualquier momento, advierte Cambra.

La asesora de MSF pudo comprobar la tensión reinante en su reciente visita a Alindao, una ciudad del centro-sur del país de 18.000 habitantes en la que los recientes enfrentamientos dejaron 16.000 desplazados, la mayoría de los cuales buscaron refugio en la misión católica.

El equipo de emergencia de MSF llegó a Alindao una semana después de los enfrentamientos y se encontró con una población asustada, mucha de la cual pasó días escondida en el bosque, y que no se atrevía a acudir al hospital aunque estuvieran heridos. Quienes encontraron refugio en la misión católica, explica Cambra, no se atrevían a salir, sobre todo los hombres, por lo que eran las mujeres las que iban al mercado o a por leña.

Los hospitales y centros de salud que MSF apoya en RCA han visto incrementarse las consultas y los ingresos ante la presión que la llegada de desplazados ha supuesto para muchas ciudades, con el impacto que ello tiene en cuanto al acceso de agua y comida y a la propagación de enfermedades como el sarampión.

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