PRAGA, 20 Mar. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores de República Checa, Lubomir Zaoralek, ha advertido este lunes, en una entrevista publicada en el diario local 'Hospodarske Noviny', de que mantener la libertad de movimiento de forma ilimitada podría terminar con el proyecto de integración europea.
Desde su adhesión al bloque comunitario, en la gran ampliación de 2004, República Checa ha sido uno de los mayores defensores del derecho de los ciudadanos europeos a vivir y trabajar en otros países miembro, pero Zaoralek ha evidenciado un cambio de opinión tras el 'Brexit'.
"Lo que estamos diciendo es que debemos respetar la libertad de movimiento y otras cosas por las que podríamos acabar crucificados --hablando metaforicamente--, pero el resultado podría ser que debido a esos principios la UE se rompa", ha explicado.
El jefe de la diplomacia checa incluso se ha mostrado comprensivo con las razones de los británicos para votar a favor del divorcio con la UE en el referéndum celebrado el pasado 23 de junio, que, según ha anunciado este lunes el Gobierno de Theresa May, comenzará el 29 de marzo.
"Cuando tienes dos millones de personas que vienen del este para quedarse con tus trabajos, con tu apoyo social y otras muchas cosas, puedes intentar convencer a tus ciudadanos miles de veces de que se conformen, pero no lo harán porque has ido demasiado lejos", ha indicado.
En la misma línea, ha rechazado la exigencia de Bruselas de que cada uno de los países miembro acepte un porcentaje del millón de inmigrantes y solicitantes de asilo que han llegado a la UE en los últimos años a causa de las guerras en Oriente Próximo y el Norte de África.
Las palabras de Zaoralek contrastan con las del primer ministro, Bohuslav Sobotka, firme defensor, al igual que los principales partidos políticos de República Checa, de la libertad de movimiento que caracteriza a la UE.
Zaoralek ha tenido que emitir después un comunicado para explicar que no pretende cambiar el rumbo de la política exterior de República Checa y que se refería solo a la movilidad laboral, no a la libertad de movimiento en general.
"La libertad de movimiento de la gente es la base de la UE", ha sostenido en la nota oficial. "Sin embargo, tenemos que ver cómo regular el mercado de trabajo, cómo combatir el abuso social, para que la unidad de mercado no vaya contra los ciudadanos europeos", ha añadido.