PRAGA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Gobierno de República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría han pactado este viernes una declaración en la que abogan por la "solidaridad" europea para hacer frente a la crisis de refugiados pero tachan de "inaceptable" el establecimiento de cuotas "obligatorias" de acogida.
Los primeros ministros del denominado Grupo Visegrad se han reunido en Praga para hacer un frente común en su postura hacia la llegada masiva de inmigrantes a Europa, en pleno debate sobre cuál debería ser la respuesta a nivel de los 28 Estados miembro de la UE.
Los cuatro países han mostrado su "profunda tristeza" por la pérdida de vidas fruto de esta crisis y los líderes checo, eslovaco y polaco han expresado su "solidaridad" con Hungría, país al que han llegado miles de refugiados en las últimas semanas al estar en ruta hacia Austria y Alemania.
Los firmantes de este documento han reclamado que, "dadas las circunstancias actuales", la UE debe entablar con la "máxima urgencia" un diálogo "constructivo" que permita resolver la situación de las personas en situación de riesgo y, al mismo tiempo, encarar "soluciones a largo plazo".
En este sentido, proponen reforzar los programas de asistencia a países de origen y tránsito y mejorar la "protección de fronteras", así como por fortalecer la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos. Reclaman que este tipo de medidas no sólo se centren en la zona del Mediterráneo, sino también en la parte este de Europa.
RECHAZO A CUOTAS
Los cuatro países se han comprometido a "cumplir con las obligaciones" adquiridas como Estados miembro de la UE y ha defender sus "medidas de solidaridad", lo que pasa por una implantación "plena y rigurosa" del actual sistema de asilo, según el cual corresponde al país de llegada la gestión de las solicitudes.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pedirá la próxima semana a los Gobiernos de la UE que acojan a otros 120.000 refugiados que se encuentran actualmente en Italia, Grecia y Hungría, en el marco de un paquete de medidas que se suma a la propuesta de reubicar a 40.000 refugiados desde Italia y Grecia.
Sin embargo, República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría consideran que es "inaceptable" establecer "cualquier propuesta encaminada a la introducción de cuotas obligatorias y permanentes" para repartir a los inmigrantes.
Al término del encuentro, la primera ministra polaca, Ewa Kopacz, ha defendido que cada país adopte "decisiones soberanas" en relación a la ayuda frente a la crisis, según informa la agencia de noticias Reuters. El primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ha considerado secundario hablar de cuotas si no se va a la "esencia del problema".
CORREDOR HUMANITARIO
Por otra parte, los ministros del Interior de República Checa y Eslovaquia se han ofrecido a considerar la apertura de un corredor ferroviario para que refugiados sirios puedan viajar de Hungría a Alemania siempre y cuando haya un acuerdo entre Budapest y Berlín.
"Si hay algún tipo de compromiso público de Alemania de que aceptará y no devolverá a los refugiados sirios que están registrados en algún otro país europeo, estamos dispuestos a abrir un corredor si existe un acuerdo entre Alemania y Hungría", ha indicado el ministro del Interior checo, Milan Chovanec, en Praga tras reunirse con su homólogo eslovaco, Robert Kalinak.