MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha anunciado el fin de la epidemia de fiebre amarilla declarada en junio de 2016 tras seis meses sin registrar nuevos casos en el país, una situación que también se ha producido en Angola, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Podemos declarar el final de una de las peores epidemias de fiebre amarilla de la última década gracias a la coordinación de las organizaciones de ayuda humanitaria y las autoridades del país", ha indicado el director regional de la OMS Matshidiso Moeti, que ha destacado la gran respuesta ofrecida para acabar con la epidemia.
El brote, que se detectó en diciembre de 2015 en Luanda, la capital de Angola, ha provocado 965 casos de fiebre amarilla en ambos países. Según la OMS, los gobiernos de Angola y RDC detectaron los últimos enfermos por fiebre amarilla el 23 de junio y el 12 de julio respectivamente.
La organización ha señalado que más de 30 millones de personas han sido vacunadas en el marco de la epidemia, lo que ha supuesto un paso fundamental en la lucha contra el brote, especialmente en zonas de difícil acceso.
Al menos 41.000 voluntarios y 8.000 equipos de vacunación han puesto en marcha una serie de medidas para acabar con la epidemia. Durante los primeros seis meses desde que se detectó el brote en 2016, las ONG suministraron cerca de 19 millones de dosis.
En diciembre de 2015, las autoridades de Angola registraron 376 muertos por fiebre amarilla y 4306 posibles casos, mientras que el Gobierno de RDC detectó 16 muertes y 2.987 posibles casos de contagio.
La OMS ha indicado que uno de los mayores logros de la campaña llevada a cabo en la zona contra la epidemia ha sido la introducción de un nueva estrategia de vacunación, la cual ha permitido evitar el contagio de 10,7 millones de personas en Kinshasa, la capital de RDC.
Por otra parte, la OMS ha puesto en marcha una serie de medidas preventivas para controlar la propagación de los mosquitos causantes de la enfermedad y lograr que las comunidades puedan actuar de forma independiente.
El cambio climático y el desplazamiento interno en ambos países han aumentado los riesgos de contagio de fiebre amarilla en la región, según la organización. "La aparición de la epidemia en países como Angola y RDC podría volverse más frecuente en algunas zonas del mundo a menos que se pongan en marcha medidas coordinadas", ha afirmado el director regional de emergencia de la OMS, Ibrahima Socé Fall.
"Debemos implementar las medidas preventivas para vacunar a un mayor número de personas en la región", ha añadido. La OMS ha desarrollado recientemente la estrategia para la Eliminación de las Epidemias de Fiebre Amarilla (EYE, por sus siglas en inglés) en aras de reforzar la actuación a nivel global.