PARÍS, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Los principales dirigentes del centro-derecha han felicitado este domingo a Emmanuel Macron por su victoria en las elecciones presidenciales pero rápidamente han puesto el foco en el próximo gran reto: las elecciones legislativas, que aún confían en ganar.
Pese a haber apoyado a Macron frente a la ultraderechista Marine Le Pen, los líderes de Los Republicanos habían dejado claro que no están dispuestos a ponérselo fácil en las legislativas de junio, en las que esperan ser la fuerza más votada y forzar así una cohabitación.
Su secretario general, Bernard Accoyer, ha celebrado que se ha "evitado lo peor con la derrota del Frente Nacional" pero ha dejado claro "queda todo por hacer esta noche ya que todo comienza con las legislativas".
"Emmanuel Macron ha ganado claramente la batalla de la ambigüedad pero nosotros ganaremos la batalla de la claridad", ha sostenido. En opinión de Accoyer, las legislativas serán "la madre de todas las batallas" y los franceses tienen en sus manos "la verdadera alternancia", en referencia al hecho de que Macron fue ministro de Economía de François Hollande.
También tiene su mente centrada en las legislativas François Baroin, que va a liderar la campaña del centro-derecha y que aspira a poder ser el futuro primer ministro. Aunque ha reconocido que pidió votar por Macron, ha considerado que éste "no ha leído ni comprendido bien todo".
En este sentido, se ha declarado "dispuesto" a ser primer ministro si Los Republicanos consigue "una mayoría en la Asamblea Nacional" y ha prometido que va a "luchar" por ellos con los candidatos del partido. Con todo, ha deseado "buena suerte" a Macron, pero ha recalcado que él estará en la oposición.
PRESIDENTE ELEGIDO SIN GANAS
En opinión del vicepresidente del partido, Laurent Wauquiez, Macron es "un presidente elegido sin ganas ni entusiasmo". En este sentido, ha defendido que "la alternancia aún es posible" y ha apelado a sus compañeros de filas a movilizarse de cara a las legislativas.
El presidente del Consejo Nacional de Los Republicanos, Luc Chatel, ha advertido de que "lo más duro comienza ahora". "Estamos en el descanso del partido", ha advertido a Macron, en referencia a las legislativas.
Según ha dicho, "Los Republicanos vamos a presentar un proyecto el próximo miércoles y luego veremos lo que sale de las urnas en junio". "Ya estamos en campaña", ha recalcado.
En Francia, el primer ministro tiene que proceder de la principal fuerza en la Asamblea Nacional, de ahí el que Macron quiera lograr una mayoría en las urnas en junio. Esta cohabitación de un presidente de una familia política y un primer ministro de otra, ya ha ocurrido en el pasado.
La primera vez fue en 1986 con Jacques Chirac como primer ministro y el socialista François Mitterrand como presidente; la segunda en 1993, con Mitterrand aún como presidente y Édouard Balladur como primer ministro, y por último en 1997 cuando Chirac, ya presidente, tuvo como primer ministro a Lionel Jospin.