ARMIANSK (CRIMEA), 22 (Reuters/EP)
Los residentes de la localidad de Armiansk, en el norte de Crimea, han denunciado que, dos años después de la anexión de la península por parte de Rusia, el Gobierno del país ha dejado de preocuparse por la situación en la región y la calidad de vida de sus habitantes ha empeorado, en contra de lo que prometían las autoridades rusas.
"Nos hemos unido a Rusia y ya no les importamos", ha indicado Yevgeny, un trabajador de la planta de titanio de Armiansk. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha acusado recientemente a Kiev de hundir la industria de las ciudades fronterizas. Sin embargo, los residentes, que han denunciado un aumento de los precios, un estancamiento de las pensiones y la ausencia de turistas, han señalado al Gobierno ruso como el principal culpable de la situación.
"La gente es muy inocente. Todos pensaban que si formaban parte de Rusia todo sería ruso. Los precios han aumentado hasta alcanzar el nivel de Rusia, pero los salarios han permanecido igual. Ese es el principal problema", ha aseverado Yevgeny.
Armiansk se encuentra cerca de la zona en la que, según las autoridades rusas, se han producido varios enfrentamientos entre infiltrados ucranianos y el Ejército. El Gobierno ucraniano ha alertado de que los combates no se han producido y de que podría tratarse de una maniobra por parte de las autoridades rusas para justificar cualquier acción militar contra Ucrania en la región.
PLANTA QUÍMICA
La mayoría de la población de Armiansk trabaja en la planta de titanio de Crimea. Cuando la península pertenecía a Ucrania, los bienes y servicios eran asequibles, según los residentes. Sin embargo, los precios han sufrido un gran aumento desde que las autoridades ucranianas dejaron de enviar suministros.
"Sólo puedo comprar comida y es complicado adquirir ropa", ha manifestado Pavel, un técnico que gana 17.000 rublos al mes (234 euros), lo que supone la mitad del salario medio ruso. "Era suficiente en Ucrania porque los precios eran más bajos. Ahora estoy en shock. Mi salario se ha estancado pero los precios siguen aumentando", ha añadido.
La planta de titanio está controlada por el empresario ucraniano Dmytro Firtash. El Gobierno ruso está construyendo un puente para conectar el sur del país con Crimea en aras de establecer una nueva ruta de suministros para provocar el descenso de la inflación.
FALTA DE RECURSOS
Las autoridades rusas han colocado a Armiansk en una lista de las 300 localidades rusas con mayor necesidad de diversificar su economía. El Gobierno ha anunciado que invertirá 680.000 millones de rublos (8.800 millones de euros) en Crimea de cara a 2020.
Desde 2014, el rublo se ha depreciado por debajo de la mitad de su valor debido al bajo precio del petróleo y a las sanciones impuestas por la comunidad internacional. "Es imposible vivir de una pensión en Crimea", denunció una mujer en mayo durante la visita del primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev.
El turismo ha sufrido un descenso tras la anexión debido a que la mayoría de los turistas ucranianos accedían a la región en tren. "Cuando éramos Ucrania había más gente. Prácticamente no podías moverte de la cantidad de gente que había", ha afirmado un camarero de un restaurante de la ciudad de Eupatoria.