Advierte en contra de una repatriación apresurada de los rohingya que se han refugiado en Bangladesh
MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, ha condenado este martes los "brutales, sistemáticos y generalizados" ataques de los que están siendo víctima los rohingya y no ha descartado que esta minoría musulmana de Birmania haya sido objeto de un "genocidio".
Zeid ha pedido a la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos, en la que se está discutiendo la situación en el estado birmano de Rajine, que adopten acciones adecuadas para "parar esta locura ahora". "¿Cuánto tiene que padecer la gente para que su sufrimiento sea reconocido y su identidad y derechos sean reconocidos por su gobierno y por el mundo?", ha preguntado.
En este sentido, ha pedido al Consejo que evalúe recomendar a la Asamblea General de la ONU que se cree un mecanismo imparcial e independiente que complemente la labor de la misión de investigación sobre la última ola de violencia y abusos con el fin de ayudar en las investigaciones contra los responsables de los mismos.
Dadas las décadas de apatridia impuesta a los rohingya, las políticas de discriminación deshumanizadora y de segregación, y la terrible violencia y abuso, junto con el desplazamiento forzoso y la destrucción sistemática de viviendas y aldeas, "¿puede alguien descartar que estén presentes elementos de genocidio?", se ha preguntado.
Esto es algo, ha subrayado, que en último término solo puede determinar "un tribunal competente", pero "las preocupaciones son tremendamente graves y claramente piden que se garantice acceso inmediato para una mayor verificación".
Zeid ha explicado que su oficina ha enviado tres equipos a Bangladesh, donde han huido desde finales de agosto más de 620.000 rohingya, en lo que va de año con el fin de evaluar la situación y entrevistar a los refugiados.
ABUSOS DE LOS DDHH
Entre los testimonios recabados figuran personas quemadas deliberadamente dentro de sus casas, asesinatos de niños y adultos, disparos indiscriminados contra civiles que huían, violaciones de mujeres y niñas, y la quema y destrucción de viviendas, escuelas, mercados y mezquitas, ha indicado, según un comunicado de su oficina.
En este sentido, Zeid ha explicado que ha informado de las persistentes denuncias de graves violaciones de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas de seguridad tanto al Consejo de Derechos Humanos como al Consejo de Seguridad, pese a lo cual estos actos de violencia apenas parecen estarse persiguiendo.
"El rechazo por parte de los actores internacionales así como locales de incluso nombrar a los rohingyas como rohingyas, de reconocerles como comunidad y respetar su derecho a la autoidentificarse, es una humillación más y crea una paradoja vergonzosa: se les deniega un nombre mientras se les ataca por ser quienes son", ha lamentado.
Por otra parte, ha advertido en contra de la repatriación prematura de refugiados si no hay un sistema de observación del cumplimiento de los Derechos Humanos en el terreno y sin atajar primero las causas en la raíz de la crisis. Así, ha subrayado que no se puede permitir devoler a personas "a condiciones de grave discriminación y violencia latente que parece seguro que llevarán en el futuro a más sufrimiento y más movimientos de personas".
EMBAJADOR DE BIRMANIA
En este sentido, el embajador birmano ante la ONU en Ginebra, Htin Lynn, ha asegurado que su Gobierno está ultimando los términos para un grupo de trabajo conjunto con Bangladesh que se encargará de lanzar el proceso para el retorno seguro y voluntario de los refugiados rohingya en un plazo de unos dos meses.
El embajador, según informa Reuters, ha asegurado que su Gobierno está dispuesto a trabajar con los socios internacionales para garantizar "la repatriación voluntaria, segura, digna y sostenible" y el reasentamiento de los desplazados, a los que no se ha referido como rohingya. "No habrá campamentos", ha añadido.