El reto de ir a África a combatir el ébola: "Tengo miedo, pero estoy preparada"

Mujer adopta a niño huérfano, cuya madre ha muerto por ébola
Foto: MARTIN ZINGGL /MSF
     
Actualizado: viernes, 19 diciembre 2014 11:50

"¿Estaré psicológicamente preparada ante lo que me voy a encontrar?, ¿A todas esas tragedias que no podremos evitar?"

   MADRID, 19 Dic. (Alison Criado-Perez, enfermera de MSF en Sierra Leona) -

   Así que sí, finalmente me voy. Este sábado subiré a un avión rumbo a Freetown, capital de Sierra Leona, donde me uniré a los más de 3.500 trabajadores nacionales e internacionales de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la lucha contra el mayor y más mortal brote de Ébola jamás visto hasta ahora.

   Ya no puedo esperar. Voy con el apoyo y el cariño de mi familia y amigos, aunque sé que casi todos ellos preferirían que no me fuera. Especialmente mis tres hijos: todos ya adultos, pero preocupados por mí, a pesar de que entienden mi motivación para hacerlo.

   Con cerca de 18.000 casos confirmados de ébola en África Occidental hasta la fecha, de los cuales más de un tercio no han logrado sobrevivir, hubo un momento en el que me pregunté a mí misma si estaba preparada para afrontar un reto así.

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Un montón de botas se ponen a secar tras ser lavadas. Vincent van der Windt / MSF

   Pero ayer, viendo un documental emitido por BBC Panorama en el que uno de los compañeros que está trabajando en Sierra Leona admitía haberse hecho la misma pregunta antes de salir, me sentí más aliviada. Todo el mundo dice que es natural tener un poco de miedo o sentir al menos algo de aprensión. Así que sí, estoy asustada, pero convencida y preparada para empezar a trabajar.

   Después de haber recibido una preparación excelente, en la que nos han dado mucha información sobre los aspectos epidemiológicos del virus, los modos de transmisión y el control de la infección, soy consciente de los peligros a los cuales estaremos expuestos. Soy consciente de las precauciones que debemos tomar para protegernos e igualmente soy consciente de que, por muchas precauciones que tomemos, siempre existirá un mínimo riesgo de cometer un fallo humano.

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"Despacio despacio. Seguro seguro", lema no oficial del centro de MSF. Vincent van der Windt / MSF

¡ACEPTO EL RETO!

   Sé qué existe la posibilidad de, por ejemplo, tener un accidente con una aguja mientras saco sangre a un paciente. O que puedo no darme cuenta y llegar a dejarme algún centímetro de piel expuesta al entrar en contacto con los enfermos. También puedo cometer un error al quitarme el equipo de protección personal después de estar en la unidad de aislamiento. Sí, lo tengo todo claro. ¡Y acepto el reto!

   La formación que recibimos nos sirvió como una buena preparación práctica, y me siento físicamente preparada para meterme dentro del traje y sudar la gota gorda. Sé lo que tengo que hacer.

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Miembro del equipo de higienistas del equipo de MSF. Daniel Baschiera / MSF

   Sin embargo, ¿estaré psicológicamente preparada ante lo que me voy a encontrar?, ¿cómo voy a hacer frente a todas esas tragedias que no podremos evitar, al hecho de ver a niños quedarse huérfanos, a las espantosas muertes de jóvenes y adultos pasando los últimos días de sus vidas sin ver a su familia?

   No puedo imaginarme lo que sentirán todas esas personas que sienten que van a morir y cuyo único contacto con humanos se reduce al que tienen con esos médicos y enfermeros vestidas de extraterrestres.

   Esta será, creo, mi duodécima misión con MSF, y en estos años ya he visto mi cuota de muerte y destrucción en República Centroafricana, Libia y Siria, países que han afrontado o siguen afrontando conflictos armados verdaderamente crueles. Pero de alguna manera esta vez siento que la situación que me voy a encontrar será aún más difícil de asimilar que todas las anteriores.

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Ébola en Foya, al norte de Liberia. Martin Zinggl / MSF

   Y pienso que ese sentimiento se debe a la imprevisibilidad y la invisibilidad del virus, y al terrible aislamiento al que están sometidos los moribundos.

ESPERAR A QUE EL ORGANISMO GANE LA BATALLA CONTRA EL VIRUS

   Cuando esté dentro de mi Equipo de Protección Personal haré todo lo posible por dar todo mi apoyo a los más vulnerables. No podemos curar el ébola, sólo podemos darles tratamiento de soporte y esperar a que el organismo de nuestros pacientes gane la batalla contra el virus. Podemos ayudarles a combatirlo y, en caso de que no logren vencerlo, podemos ayudarles a sentirse menos solos, y a tener una muerte digna.

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Promoción de la salud en la "hora de la prevnción de MSF" en la radio. Martin Zinggl / MSF

   Así que serán seis semanas muy gratificantes, pero igualmente duras y agotadoras. No estar con la familia por Navidades después de 34 años será extraño y triste, pero me parece que el precio personal a pagar en comparación con lo que supondría no hacer nada, mientras madres, padres, hermanas, hermanos e hijos de otras personas se mueren cada día, e incluso en el día de Navidad, es extremadamente bajo.

   ¡Así que allá voy, Sierra Leona!