MADRID 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El trabajo de retirada de restos de combustible derretido en la averiad central nuclear de Fukushima, en Japón, se ha tenido que retrasar por tercera vez, una vez más debido a un brazo robótico que necesita ser revisado.
El Gobierno nipón y el operador de la planta, la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO), han asegurado que han tenido que cancelar el plan para iniciar una prueba de remoción del reactor número 2 de la planta que estaba prevista para el final del año fiscal 2023, en marzo, citando una precisión insuficiente de un brazo robótico para retirar los residuos, por lo que ahora el plan es continuar en octubre con un nuevo aparato.
Esta retirada de unos pocos gramos de escombros del reactor número 2 estaba en principio prevista para 2021, cuando ya fue aplazada en dos ocasiones debido a retrasos en el desarrollo del brazo controlado a distancia.
TEPCO ha informado de que el movimiento del brazo aún carece de precisión suficiente, por lo que la empresa pretende comenzar el trabajo utilizando un "dispositivo estilo caña de pescar" en octubre.
Otras empresas como Mitsubishi Heavy Industries han participado en el desarrollo de un brazo controlado remotamente, con un total de 7.800 millones de yenes (unos 48 millones de euros) en financiación pública asignada, incluidos proyectos relacionados. "No tenemos intención de desperdiciar los fondos públicos", ha defendido el director de la Compañía de Promoción de Desmantelamiento Número 1 de Fukushima de TEPCO, Akira Ono, en una conferencia de prensa en la que ha añadido que "sería irresponsable si se produjera un incidente al desplegar apresuradamente el brazo robótico".
Incluso si TEPCO consigue comenzar la retirada en octubre, eso supondría un retraso de unos tres años con respecto al calendario original. Sin embargo, la empresa de servicios públicos ha asegurado que el retraso no afectará el cronograma general para el desmantelamiento de la planta, que se completará en 2051.
TEPCO también ha presentado su plan para liberar agua radiactiva tratada de la planta en el año fiscal 2024, según el cual aproximadamente 54.600 toneladas de aguas residuales trastadas, equivalentes a unos 54 tanques de almacenamiento, se descargarán al océano en siete lotes. El agua tratada se diluirá con agua de mar antes de su liberación para reducir la concentración de tritio, que no se puede eliminar mediante el proceso de tratamiento.
Desde agosto de 2023, se han vertido al mar un total de 23.400 toneladas de aguas residuales tratadas de la planta en tres vertidos y, según los análisis del agua de mar y de los peces de las zonas circundantes realizados por TEPCO, el Gobierno y otras instituciones no se han detectado niveles anormales de radiación ni problemas con el equipo de descarga.
El Gobierno y TEPCO han explicado que una vez que se libere el agua tratada, se retirarán los tanques de almacenamiento vacíos para construir las instalaciones necesarias para el desmantelamiento de la planta, que se espera que empiece en el año fiscal 2024.