Advierte de que la falta de información y procedimientos claros y las medidas adoptadas mantienen separadas a las familias
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La reunificación familiar, unos de los motivos por los que muchos refugiados se decidieron a realizar el peligroso viaje desde Turquía a Grecia, se ha convertido prácticamente en una utopía para los miles de ellos que llevan atrapados en Grecia desde hace meses debido a las trabas burocráticas y a las reglas vigentes en la UE, según ha denunciado este lunes Oxfam.
En su informe 'Querida familia. Cómo las políticas migratorias europeas están manteniendo separadas a las familias', la ONG indica que el 35 por ciento de los refugiados que se encontraban en Grecia querían reunirse con miembros de su familia en otros puntos de Europa, incluidos algunos con los que trabaja Oxfam en la isla de Lesbos y en Epirus, en la Grecia continental.
Según datos de principios de 2016, antes del acuerdo de la UE con Turquía que redujo a mínimos las llegadas a Grecia, casi el 44 por ciento de los sirios y el 20 por ciento de los afganos que realizaban la travesía en el Egeo lo hacían con vistas a reunirse con algún familiar que ya estaba en el continente.
Frente a esta circunstancia, en 2015 --último año del que hay datos-- los estados miembros de la UE solo dieron 78.772 visados por motivos familiares a personas procedentes de las cinco principales nacionalidades de origen de los llegados a Grecia, ha lamentado la ONG.
FAMILIAS SEPARADAS
Según Oxfam, las políticas migratorias puestas en marcha por los países de la UE para evitar la inmigración irregular hacen muy probable que "las familias se vean separadas y les sea más difícil reunirse". "La falta de vías accesibles, seguras y regulares para la reunificación familiar ha tenido como resultado que miles de personas realicen viajes peligrosos, quedando vulnerables al abuso y la explotación a manos de traficantes de personas", ha denunciado.
La situación es especialmente complicada para los atrapados en las islas griegas, unos 13.745 a fecha de 17 de mayo de 2017. El acuerdo firmado con Turquía y que entró en vigor el 20 de marzo de 2016 hace imposible para aquellos que arribaron después de esa fecha viajar a la Grecia continental, que es donde están las embajadas, y poder iniciar los procesos de reunificación familiar, incluso en los casos en los que tienen invitación de las legaciones diplomáticas.
Así, ha lamentado Oxfam, personas que conforme a la regulación del Reglamento de Dublín podrían entrar dentro de la opción de la reunificación familiar quedan fuera, también por el hecho de que no hay funcionarios griegos en las islas encargados de este aspecto y el personal presente tanto del Servicio de Asilo griego como de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) carecen de formación adecuada.
A esto se suma el hecho de que no existe un formulario preciso para poder tramitar este tipo de solicitudes de reunificación familiar con un pariente que ya está en otro Estado de la UE, los problemas para presentar los documentos necesarios, ya que muchos de ellos los han perdido durante el viaje, o para acceder a asistencia legal.
Oxfam también ha constatado que el hecho de dar prioridad a casos vulnerables, como pueden ser enfermos o embarazadas, ha tenido como consecuencia en algunos casos la separación de familias, un problema que viene agravado por la vaga definición de familia. En este sentido, se han documentado casos en los que parejas que no podían demostrar que estaban casadas o la relación entre ambos se han visto separadas, o abuelos que han quedado atrás mientras la familia era trasladada a la Grecia continental.
MENORES NO ACOMPAÑADOS
Especialmente preocupante es la situación de los menores no acompañados que se encuentran en las islas, ya que a menudo se les registra como mayores de edad porque no tienen documentos con los que demostrar su edad y, aunque pueden recurrir, en ocasiones el proceso puede demorarse tanto tiempo que para cuando se confirma que eran menores ya han cumplido la mayoría de edad y por tanto no son susceptibles de la reunificación familiar contemplada por Dublín.
Uno de estos casos es el de Saad, un paquistaní que llegó a Lesbos en marzo de 2016 y que quería reunirse con un hermano en Francia. Tenía 16 años cuando llegó y lleva un año esperando a que le reconozcan como menor de edad pero el próximo 18 de julio cumplirá 18 años y por tanto, según Oxfam, las ociones de que se reuna con su familia se ven reducidas.
Quienes consiguieron llegar hasta la Grecia continental o han sido trasladados allí después del 20 de marzo de 2016 también se enfrentan con "obstáculos significativos" a la hora de conseguir la reunificación familiar y viven en condiciones que no son del todo adecuadas y con los servicios básicos.
Aunque aquellos que tienen estatus de refugiados o protección subsidiaria en un Estado miembro de la UE pueden solicitar que miembros de su familia se les sumen, lo cierto es que Alemania, Suecia y Grecia han introducido limitaciones a esta opción. En el caso de Alemania, uno de los principales países de destino, la medida está prevista hasta el 16 de marzo de 2018, ha recordado Oxfam.
Por otra parte, en la mayoría de los estados miembros hay un plazo de tiempo limitado durante el que se puede solicitar la reunificación familiar, tras lo cual hay que cumplir requisitos mucho más estrictos y demostrar que se es capaz financieramente de sustentar a dichos familiares.
Además, existen limitaciones en cuanto a los parientes que se pueden acoger a dicha reunificación familiar, quedando los abuelos en la mayoría de los casos fuera de esta opción, con la salvedad de España.
LARGO PROCESO
Según Oxfam, el 50 por ciento de los participantes en grupos de discusión en Epirus dijeron que llevaban al menos seis meses esperando una respuesta final a su solicitud de reunificación familiar. En total, la ONG ha calculado que el proceso se puede prolongar hasta un año.
En 2016, las autoridades griegas enviaron 4.886 peticiones de reunificación familiar en virtud de la Regulación de Dublín a otros estados miembros. Para enero de este año, ha precisado la ONG, alrededor de la mitad habían sido aceptadas pero solo una cuarta parte de las personas que esperaban reunirse con sus familiares habían abandonado el país.
La mayoría de las personas con las que Oxfam habló en la Grecia continental no comprendían bien los procedimientos ni su propio estatus, una labor de la que se están encargando principalmente las ONG ya que las autoridades no les están ofreciendo suficiente o ninguna información al respecto.
Wahel, un sirio de 16 años, llegó a Grecia después del acuerdo con Turquía, mientras que sus padres y dos hermanos lo hicieron antes de esa fecha, tras haberse visto separados en Líbano durante el viaje. Su familia consiguió llegar posteriormente a Alemania pero como Wahel desconocía su posibilidad de reunirse con ellos, pagó 9.000 euros a traficantes para intentar hasta en cuatro ocasiones volar hasta este país. Ahora, con ayuda legal, está a la espera de poder reunirse con ellos.
Oxfam ha denunciado que las actuales leyes y políticas respecto a la reunificación familiar "violan los derechos de las personas y las lanzan a situaciones que ponen en riesgo sus vidas", ya que ante la desesperación por volver a estar juntos algunos están dispuestos a poner sus vidas en manos de traficantes.
Además, ha advertido la ONG, "son contraproducentes para el esfuerzo de hacer que la solicitud de asilo en la UE sea un procedimiento gestionable, efectivo y ordenado" por lo que ha defendido que "las políticas europeas que separan a las familias deben cambiar".