MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El rey Salman de Arabia Saudí ha rechazado este lunes los llamamientos a que el país abandone su papel de organizador del Hajj (peregrinación) después de la avalancha humana que el mes pasado se saldó con la muerte de cerca de 800 personas, según el balance oficial.
"Los comunicados irresponsables destinados a explotar políticamente la estampida en Mina y causar disenso y división en el mundo musulmán no afectarán el papel del reino y su deber de servir a los peregrinos", ha dicho, según ha informado el diario local 'Saudi Gazette'.
"El reino, honrado por Dios para servir a las dos mezquitas sagradas (en La Meca y Medina) y a los peregrinos que las visitan, está haciendo todos los esfuerzos para garantizar su seguridad y permitirles llevar a cabo sus rituales cómodamente", ha agregado.
El Gobierno de Irán ha sido uno de los más críticos con la gestión del desastre por parte de las autoridades saudíes. El balance de víctimas mortales podría ascender a cerca de 1.500, según los datos facilitados por los diversos gobiernos cuyos ciudadanos se vieron afectados por el desastre.