Archivo - El rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa (archivo) - -/Spa/Dpa - Archivo
MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, ha mostrado este viernes la disposición de Manama a mantener relaciones con las nuevas autoridades instauradas en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad, quien huyó de Damasco el 8 de diciembre ante los fulgurantes avances de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Así, en una misiva enviada al líder de HTS, Abú Mohamed al Golani, cuyo nombre real es Ahmed Husein al Shara, el monarca bahreiní ha destacado la "cooperación" entre las nuevas autoridades y los embajadores árabes en Damasco y ha subrayado la importancia de "preservar la soberanía, la estabilidad y la integridad territorial" del país, así como "materializar las aspiraciones" de la población.
En este sentido, ha comunicado Al Golani la disposición de Bahréin a la hora de "continuar las consultas y la coordinación" con Siria y "apoyar los esfuerzos por parte de organizaciones regionales e internacionales para "lograr los intereses del hermano pueblo sirio", según ha informado la agencia estatal bahreiní de noticias, BNA.
Las nuevas autoridades interinas instauradas en Siria tras la caída de Al Assad, encabezadas por Mohamed al Bashir, expresaron el jueves su deseo de mantener "buenas relaciones" con "todos los países que respeten la voluntad popular, la soberanía del Estado sirio y la unidad de sus territorios".
Al Bashir, quien encabezó el Gobierno de Salvación Nacional nombrado por HTS en la provincia de Idlib (noroeste) en los años previos a la ofensiva, prometió que las nuevas autoridades de "garantizarán los derechos de todos los pueblos" y ha hecho un llamamiento a los millones de refugiados sirios para que regresen al país.
La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib permitió a yihadistas y rebeldes tomar la capital y poner fin al régimen de la familia Al Assad, en el poder desde 1971 --primero con Hafez al Assad (1971-2000) y posteriormente con su hijo, Bashar--, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.