El rey de Tailandia, en estado "inestable" tras someterse a una hemodiálisis

MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, fue sometido el sábado a una hemodiálisis, tras lo que los médicos están siguiendo de cerca su estado, ya que, según la Casa Real, "los síntomas generales de su enfermedad aún no son estables".

En el mismo, ha detallado que los médicos llevaron a cabo la hemodiálisis "para purificar su sangre" y cambiaron un tubo por el que drenan el "exceso de líquido cefalorraquídeo de los ventrículos laterales".

"Tras este procedimiento, su tensión sanguínea cayó. Se le administraron medicamentos y los doctores le pusieron bajo respiración asistida para lograr que la presión volviera a niveles normales", ha agregado.

Así, ha indicado que el tratamiento permitió que el problema con la presión sanguínea se superara, si bien "se encontraron altos niveles de ácido en la sangre", según ha informado el diario tailandés 'The Bangkok Post'.

La Casa Real anunció a principios de septiembre que el estado de salud del monarca había mejorado tras recibir tratamiento por un problema pulmonar.

El estado de salud del rey Adulyadej había mejorado a lo largo del mes de agosto, pero a finales de mes los médicos de Palacio descubrieron que sufría una grave infección sanguínea. También tenía fiebre, lo que alertó al personal sanitario.

Las noticias sobre el estado de salud del rey son seguidas muy de cerca por la mayoría de los tailandeses, ya que el monarca es venerado por la población.

El monarca ha estado ingresado en uno de los principales hospitales de Bangkok durante los últimos meses debido a su delicado estado de salud. Su última aparición pública fue el 11 de enero, en la que fue a visitar uno de sus palacios en la capital tailandesa.

En Tailandia, las noticias que se publican sobre la familia real son estrictamente controladas por las autoridades. Existen más de una decena de leyes que protegen la imagen pública de los miembros de la familia real, convirtiendo en delito insultar, difamar o amenazar al rey, a la reina o a cualquier heredero a la corona.