DUBAI 20 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Irán, Hasán Rohani, ha abogado por aprovechar la "oportunidad" que representa Internet y por no considerar la Red como una amenaza, en un mensaje opuesto a la línea más conservadora de algunos dirigentes que continúan reclamando públicamente mayor censura.
Rohani, vencedor de las elecciones del año pasado, se distancia así de otros dirigentes como el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, que ven en la censura una herramienta básica para proteger la Revolución Islámica de 1979.
En un discurso pronunciado el fin de semana, Rohani dijo que Internet es una "oportunidad". "Debemos reconocer el derecho de nuestros ciudadanos a conectarse a la red", subrayó, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial IRNA.
"¿Por qué tenemos miedo? ¿Por qué nos hemos acobardado en una esquina, con un escudo y una espada de madera por temor a recibir un disparo en esta guerra cultural?", preguntó, para acto seguido reclamar medidas "modernas" y "no pasivas" para hacer frente a cualquier potencial amenaza.
Rohani comparó los esfuerzos por restringir Internet con la "obsesión" para bloquear la televisión vía satélite. Así, mientras que las imágenes que llegaban por televisión llegaron a convertirse en una amenaza para "la fe y la identidad de los jóvenes", hoy en día "Internet y los teléfonos inteligentes se han convertido en el mayor problema".
El dirigente iraní advirtió de que el progreso del país depende de que también se incorpore a la era digital e ironizó con el hecho de que los estudiantes universitarios tengan que rebuscar "en archivos de bibliotecas como en los viejos tiempos" en lugar de investigar a través de Internet.
INTERNET PARA UNOS POCOS
Irán tiene una actitud contradictoria hacia Internet, ya que mientras portales como Twitter, Facebook y YouTube permanecen bloqueados para la mayor parte de la ciudadanía, Jamenei es un activo usuario de las redes sociales. El líder supremo tiene unos 53.900 seguidores en Twitter y alrededor de 82.00 en Facebook.
La represión sobre Internet se hizo especialmente intensa durante las manifestaciones de 2009, tras las elecciones en las que Mahmud Ahmadineyad obtuvo un nuevo mandato como presidente. La detención de blogueros o la introducción de mayores controles se convirtieron en métodos habituales de persecución de la disidencia.
El año pasado, uno de los responsables de la comisión encargada de la filtración de la red, Abdolsamad Joramabadi, llegó a considerar a Facebook como un proyecto de espionaje al servicio de Estados Unidos.