Hasan Rohani ante la Asamblea General de la ONU
UN PHOTO/CIA PAK
Actualizado: jueves, 22 septiembre 2016 18:40

MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente iraní, Hasán Rohani, ha aprovechado su discurso ante la Asamblea General de la ONU para defender la vía de la "moderación" a la hora de resolver los problemas y ha instado a su principal rival, Arabia Saudí, a que abandone su política de división en la región.

Rohani ha empezado su intervención recordando que tras el 11-S nadie pensaba que estaban por llegar "desastres mayores, que tuvieron como resultado una devastadora guerra en Oriente Próximo y la propagación de la inseguridad en todo el mundo". "Esta guerra ha sembrado las semillas del terrorismo sin fronteras en toda la tierra", ha añadido.

Aunque el siglo comenzó con el terror, "no debería continuar con las competiciones hostiles y la propagación de los conflictos en Oriente Próximo", ha sostenido, lamentando que hoy en día el "discurso del odio y la violencia" se estén propagando rápidamente tanto por esta región como por el norte de África.

En su opinión, para que la región "revierta la actual tendencia peligrosa hacia el desarrollo y la estabilidad, ciertos países deben dejar de bombardear a sus vecinos y abandonar el apoyo a los grupos terroristas infieles y, al tiempo que aceptan su responsabilidad, intentar compensar los errores del pasado".

Siguiendo con su clara alusión a los saudíes, ha pedido al Gobierno del reino que "cese y desista de las políticas divisivas, de propagar la ideología del odio y de pisotear los derechos de los vecinos" además de "aceptar su responsabilidad por la protección de las vidas y la dignidad de los peregrinos" a La Meca.

Igualmente, Rohani ha reclamado a Riad que "construya sus relaciones con los países de la región sobre la base del respeto mutuo". En este sentido, ha sostenido que Irán busca mantener relaciones constructivas con sus vecinos con el fin de "establecer un orden duradero basado en la seguridad compartida".

Irán, país predominantemente chií, y Arabia Saudí, país predominantemente suní, apoyan a bandos enfrentados en los conflictos en Siria y Yemen. Teherán es uno de los principales apoyos al régimen de Bashar al Assad, mientras que Riad lidera una coalición que lucha para restaurar en el poder al presidente yemení frente a los rebeldes huthis, sustentados por los iraníes.

IRÁN SE OPONE AL SECTARISMO

"Para acabar con la violencia en la región, no hay otra opción que centrarse en promover la democracia, los derechos de los ciudadanos y el desarrollo económico", ha defendido el presidente iraní, dejando claro que "Irán se opone a todo sectarismo y a cualquier intento de promover la brecha religiosa".

"El pueblo musulmán, ya sean chiíes o suníes, han vivido y siguen viviendo juntos durante siglos en armonía y respeto mutuo", ha proseguido.

Por otra parte, ha señalado que "Irán considera imperativo preservar la integridad territorial de los estados, mantener las fronteras nacionales intactas, reforzar el derecho de los pueblos a la autodeterminación y mantener el principio de la contención frente a la amenaza o el uso de la fuerza".

EJEMPLO DEL ACUERDO NUCLEAR

Rohani ha aprovechado para poner como ejemplo de éxito el acuerdo alcanzado por Irán con las potencias mundiales en 2015 respecto a su programa nuclear, incidiendo en que este "éxito" se logró "mediante la moderación, la interacción constructiva y la promoción del diálogo".

"Este acuerdo no es solo un pacto político, también representa un enfoque creativo y un método para la interacción constructiva", ha añadido, puntualizando que "nunca deberíamos olvidar que las presiones, las sanciones y las amenazas ilegales contra el pueblo iraní fueron todas derrotadas".

"Creo que la moderación prevalecerá sobre el extremismo, la paz triunfará sobre la violencia, la ilustración superará a la ignorancia, y finalmente la justicia emergerá por encima de la justicia", ha remachado.

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