DUBÁI, 10 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Irán, Hasán Rohani, ha presentado este sábado al Parlamento nacional un proyecto de prespuesto de 100.000 millones de euros para 2018, en lo que se trata de una estimación muy conservadora ante la posibilidad de nuevas sanciones de Estados Unidos por su programa balístico y tras la deslegitimación, por parte del presidente norteamericano, Donald Trump, de su acuerdo nuclear con la comunidad internacional.
El prespuesto supone un incremento del 6 por ciento respecto al de este año pero no cubre el aumento por la inflación aproximada del 10 por ciento anual.
Esto sucede a pesar de que la economía iraní volvió a coger ritmo en 2016 tras el fin de las restricciones con la firma del acuerdo nuclear, por el que se estipulaba el fin de las sanciones internacionales a cambio de despejar las dudas sobre la naturaleza de las instalaciones nucleares iraníes.
Sin embargo, esta mejoría se debió casi exclusivamente al crecimiento de las exportaciones de crudo. El desempleo sigue en torno al 12,5 oficial -- aunque se cree que en realidad es mucho mayor --.
Queda por ver el impacto del reciente acuerdo, firmado ayer sin ir más lejos, entre Irán y las autoridades iraquíes sobre la exportación de petróleo de la zona disputada de Kirkuk, cerca del Kurdistán iraquí. Irak planea duplicar su producción desde los yacimientos a un millón de barriles por día, según informó el mes pasado su ministro de Petróleo.
Las exportaciones desde los yacimientos de Kirkuk han estado suspendidos desde que fuerzas iraquíes recuperaron el control de los campos de manos de los kurdos en octubre.
La emisora privada Al Sumariya había informado anteriormente que el acuerdo se firmó en Teherán, citando al ministro de Petróleo iraquí, Jabar al Luaibi.