BRASILIA, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha destacado que comienza "optimista" este 2016, a pesar de que ha admitido que 2015 fue un "año difícil" que, en su caso, ha estado marcado en este tramo final por la apertura del proceso de juicio político ('impeachment').
"Sé que tuvimos un año difícil, pero soy optimista", ha afirmado Rouseff en su cuenta de Twitter, desde la que ha abogado por continuar con la "agenda de reformas" que permita "profundizar la democracia" y reforzar el "crecimiento sostenible".
"Brasil está por encima de los intereses individuales o de los grupos. Por eso debemos esforzarnos para lograr lo esencial: un país fuerte para todos los brasileños", ha apostillado.
El futuro político de Rousseff está en entredicho por el juicio político que tiene pendiente y que podría salir adelante en el Parlamento, donde han aumentado las voces que cuestionan la gestión del actual Gobierno en materia de corrupción.
La presidenta ha publicado una columna en el periódico 'Folha de Sao Paulo' en la que se refiere a la "inestabilidad política" y cuestiona la conducta "a veces inmadura" de ciertos sectores de la oposición que "no aceptan el resultado de las urnas". Por este motivo, ha añadido, "intentan legitimar su actitud en las dificultades que atraviesa el país", según la agencia Reuters.
Por otra parte, Rousseff también ha recordado en sus mensajes que 2016 será "un año importante" para Brasil gracias a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que llevarán al país sudamericano a "gente de todo el mundo".