BRASILIA 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, ha propuesto zanjar el 'impeachment' lanzado en su contra por irregularidades contables y celebrar elecciones anticipadas como única solución a la crisis política y económica que sufre el gigante suramericano.
Rousseff ha publicado este martes una carta dirigida a los senadores --que tienen en sus manos cesarla o devolverla sus poderes ejecutivos-- y al pueblo brasileño con su propuesta para superar "uno de los momentos más dramáticos de la historia de Brasil".
"Necesitamos fortalecer la democracia en nuestro país y para eso es necesario que el Senado cierre el proceso de 'impeachment' en curso, reconociendo, ante las pruebas irrefutables, que no hay crimen de responsabilidad, que soy inocente", ha dicho.
La líder izquierdista --que se someterá a un juicio político en el Senado por aumentar el gasto público sin autorización del Congreso-- ha insistido en que sus actos fueron "legales y necesarios", así como "idénticos a los ejecutados por presidentes anteriores".
Si bien ha reconocido que cometió "errores", ha afirmado que no hay "ninguna traza de deshonestidad, cobardía o traición" en su recorrido político. "En estos años he ejercido mi mandato de forma digna, honrando los votos que recibí", ha subrayado.
"Está claro que no hubo crimen de responsabilidad" y "no es legítimo apartar a un presidente por el conjunto de su obra" porque el único que puede hacerlo es el pueblo brasileño a través de las urnas. De lo contrario, "un colegio electoral de 110 millones de personas sería sustituido por 81 senadores", ha recalcado.
Para Rousseff, "la solución para la crisis política y económica pasa por el voto popular en unas elecciones directas" y por ello ha propuesto celebrar un plebiscito en el que los brasileños decidan sobre unos comicios anticipados y sobre una reforma política y electoral.
PACTO POR LA UNIDAD NACIONAL
La presidenta brasileña ha considerado que el "agotamiento del sistema político" va más allá del 'impeachment', por lo que ha llamado a "un amplio pacto nacional que fortalezca los valores del Estado Democrático de Derecho, el desarrollo económico y las conquistas sociales".
"La transición para este nuevo momento democrático exige que se abra un amplio diálogo entre todas las fuerzas vivas de la nación brasileña con la clara conciencia de que lo que nos une es Brasil", ha esgrimido Rousseff.
Un diálogo con el Congreso "para buscar las mejores soluciones a los problemas a los que se enfrenta Brasil" y un diálogo con la sociedad "para que las demandas de la población sean plenamente atendidas con políticas consistentes y eficaces", ha aclarado.
También ha señalado a la "lucha contra la corrupción" como "un compromiso innegociable", en medio de las pesquisas por la trama de sobornos a cambio de contratos en Petrobras, que salpica a todo el espectro político.
Rousseff ha aprovechado asimismo para indicar que, si en su segundo mandato no pudo llevar a cabo estas medidas, fue porque "fueron bloqueadas con la irresponsable lógica de 'cuanto peor mejor'". "Hubo un esfuerzo obsesivo para desgastar al Gobierno importando poco los resultados perjudiciales para la población", ha denunciado.