Dilma Rousseff
GOBIERNO DE BRASIL
Actualizado: martes, 11 agosto 2015 20:03


BRASILIA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el Senado preparan una agenda económica para recuperar el crecimiento del gigante suramericano, en un acercamiento que tiene como telón de fondo la decisión pendiente en la cámara alta sobre el juicio político a Rousseff.

El Senado ha informado en su página web de que su presidente, Renan Calheiros, se reunió el lunes por la noche (hora local) con los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planificación, Nelson Barboda, "para elaborar una agenda suprapartidista de interés nacional".

"La idea es que el Congreso contribuya con el Gobierno en la búsqueda de soluciones destinadas a recuperar el crecimiento económico y el aumento de la seguridad jurídica en Brasil", ha explicado la sede legislativa.

"Fue una conversación dirigida a conseguir una agenda armónica que mire al futuro", dijo Calheiros a su salida de la reunión, aunque subrayando la necesidad de que el Congreso y el Gobierno mantengan su independencia.

Calheiros adelantó que, como parte de esta cooperación, convocará esta misma semana al pleno del Senado para que decida sobre la reforma fiscal presentada por el Palacio de Planalto, pero a cambio de ello puso deberes al Gobierno.

"No puede haber una reforma fiscal sin reducir el tamaño del Estado y el gasto público", sostuvo, sugiriendo una reforma administrativa que pase por la eliminación de ministerios, así como una reestructuración del sistema de apoyo parlamentario al Gobierno.

El jefe de la cámara alta confió en que este acercamiento contribuya a mejorar el escenario político brasileño, enturbiado en los últimos meses por los numerosos escándalos de corrupción y el récord de impopularidad de Rousseff y su equipo.

"Lo fundamental es que este diálogo camine con total independencia (de la tensión política). Cuanto más avance, más colaborará el Legislativo para superar este dramático momento", afirmó.

'IMPEACHMENT'

La connivencia entre el Senado y el Gobierno llega en un momento crucial tanto para Calheiros como para Rousseff, por lo que su resultado podría determinar el futuro político de ambos, de acuerdo con la prensa brasileña.

Rousseff está en la cuerda floja a la espera de que el Senado decida si celebra un juicio político en su contra por su presunta omisión en el escándalo de corrupción de Petrobras y por maquillar las cuentas públicas del año pasado.

"Este asunto no es una prioridad", aseguró Calheiros, argumentando que "en la medida en que el Congreso haga de éste un asunto prioritario estará incendiando Brasil". "Y no es eso lo que la sociedad quiere de nosotros", recalcó.

El presidente del Senado, por su parte, también está siendo investigado por su presunta implicación en la trama de sobornos en la petrolera pública.

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