BRASILIA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha pedido este lunes al Congreso que ponga fin al actual receso para reanudar el trabajo legislativo y acelerar así el proceso de 'impeachment' (juicio político) para dar estabilidad al país.
"En una situación de crisis política y económica como la que vivimos, creo que sería justo convocar al Congreso", ha dicho la jefa de Estado en declaraciones a la prensa recogidas por el diario brasileño 'Folha'.
Rousseff ha considerado que "no es correcto hacer esperar al país hasta febrero", cuando se iniciarán las sesiones parlamentarias, para decidir sobre cuestiones clave, como el juicio político.
La líder izquierdista ha avanzado que hará su primer solicitud formal en este sentido tras hablar con el presidente del Senado, Renan Calheiros, "para ver cómo se dan las cosas".
La presidenta tiene la potestad de convocar al Congreso para poner fin al receso pero su llamamiento debe ser refrendado por la Cámara de Diputados y el Senado para que surta efecto.
JUICIO POLÍTICO
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, anunció el 2 de diciembre que, después de varios meses de incertidumbre, finalmente ha decidido abrir un juicio político contra Rouseff, por las irregularidades en las cuentas públicas del año pasado.
De las numerosas solicitudes que ha recibido, Cunha se ha basado en la presentada por los juristas Miguel Realle Júnior y Hélio Bicudo que se apoya en irregularidades contables, dejando al margen el escándalo de corrupción en Petrobras.
Cunha, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), ha dado este paso poco después de que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) acordara votar a favor de que el Consejo de Ética le siga investigando por sus cuentas secretas en Suiza.
Sin embargo, el jefe de la sede legislativa ha subrayado que la decisión sobre el 'impeachment' no guarda relación con este tema. "No hay ninguna motivación política. Lo habría rechazado si no fuera conforme a la Ley", ha sostenido.
UN PROCESO COMPLEJO
El juicio político a Rousseff no será algo inmediato, ya que, además de ser un proceso lento a nivel administrativo, se necesita un quórum importante en el Congreso Nacional --dos tercios de parlamentarios favorables, tanto en la Cámara como en el Senado--.
La apertura del proceso agrava la ya enquistada crisis política y de gobernabilidad que atraviesa el país, con la popularidad de Rousseff diezmada por la crisis y los escándalos de corrupción y un Congreso hostil que se niega a aprobar las medidas de austeridad que propone el Gobierno.
En caso de que el 'impeachment' contra Rousseff salga adelante sería la segunda vez en la que el gigante suramericano aparta a un presidente por esta vía, después del fin prematuro del Gobierno de Fernando Collor de Melo en 1992.