MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Miles de despidos, purgas ilegales contra cientos de trabajadoras y el cierre de cientos de medios han marcado el panorama periodístico en Afganistán desde el retorno de los talibán al poder el 15 de agosto de 2021 en un país donde la profesión "se está desangrando hasta la muerte", ha lamentado Reporteros sin Fronteras (RSF) en su evaluación de estos últimos doce meses de gobierno fundamentalista.
RSF estima que una tercera parte de los 550 medios de comunicación activos hasta la caída de Kabul hace casi un año han cerrado sus puertas -- unos 219 medios aproximadamente -- y que más de la mitad de los periodistas que trabajaban en el país ha abandonado su trabajo.
"El periodismo en Afganistán se está desangrando", ha lamentado el director general de RSF, Christian Mihr.
Ahora mismo, en Afganistán trabajan 4.750 profesionales de los medios de comunicación frente a los 11.857 de hace un año, según un censo de RSF en el que los hombres ya representan una proporción aplastante después de que tres de cada cuatro periodistas afganas se hayan visto obligadas a dejar su trabajo, por miedo o por presiones de los talibán contra el desempeño femenino de la profesión periodística.
Ya no hay mujeres periodistas en 11 de las 34 provincias del país y de las 2.756 periodistas y trabajadoras de los medios que existían en Afganistán antes de que los talibán tomaran el poder, quedan 656. El 84,6 por ciento trabaja en la región de la capital.
Todo ello, debido a las "numerosas leyes promulgadas por los talibán que restringen la libertad de prensa y animan a la persecución de los medios de comunicación y de los periodistas".
Destaca, por ejemplo, el edicto proclamado el 22 de julio por el líder talibán, Haibatulá Akhundzada, por el que prohíbe "difamar y criticar a los funcionarios del gobierno sin pruebas que lo respalden" y "difundir noticias y rumores falsos"; una normativa difusa que permite operaciones contra medios de comunicación virtualmente sin restricción alguna.
El decreto avisa además que aquellos que "calumnien" a los funcionarios del Gobierno serán acusados de colaborar "con el enemigo y serán castigados".
Además, RSF denuncia que al menos 80 periodistas o trabajadores en medios de comunicación han sido detenidos "en algunos casos de forma brutal" por los talibán desde su llegada al poder.
Afganistán, cabe recordar, ocupa el puesto 156 de los 180 países que componen el Índice de la Libertad de Prensa de la organización.