MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Ruanda ha mostrado su disposición a prestar cualquier tipo de ayuda al Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI) en el juicio contra el millonario Félicien Kabuga, considerado el principal financiador del genocidio de Ruanda de 1994.
El ministro de Justicia ruandés, Johnston Busingye, ha resaltado que Kigali está siguiendo de cerca el caso contra Kabuga, quien está bajo custodia en Francia de cara a su extradición al MTPI, según ha informado el diario ruandés 'The New Times'.
"La gestión técnica del caso de Kabuga sigue en el ámbito del tribunal de la ONU y, por nuestra parte, lo que hemos hecho es ponernos a disposición para una cooperación judicial para garantizar un juicio exitoso del sospechoso", ha manifestado el también fiscal general del país africano.
Así, ha resaltado que las autoridades ruandesas están abiertas a una plena cooperación, también con los abogados del sospechoso en caso de que quieran viajar al país para investigar lo sucedido, siempre y cuando lo hagan a través de los canales oficiales.
"Lo que es importante para nosotros es que la justicia ha capturado a Kabuga tras todos estos años fugado. Por supuesto, el caso es de gran interés para Ruanda, así que lo seguiremos de cerca", ha explicado Busingye.
Por otra parte, ha manifestado que "hay indicaciones de que las cosas van en la buena dirección" en lo relativo a las relaciones con Francia y ha destacado que "hay voluntad política" por parte de la Presidencia del país europeo para actuar contra los sospechosos de genocidio.
Kabuga, de 84 años, fue detenido en mayo en la ciudad francesa de Asnires del Sena, donde residía con una identidad falsa, en una operación "sofisticada y coordinada, con registros simultáneos en varios lugares".
El magnate estaba en busca y captura de Interpol por orden de Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), que le acusa de siete cargos genocidio y crímenes contra la Humanidad por el genocidio en 1994 en el país africano.
El sospechoso, un empresario de etnia hutu, está acusado de financiar a las milicias que perpetraron la matanza de cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados durante un periodo de cien días en 1994. Además era el presidente del comité de gestión de la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM), considerada "la voz del genocidio".
Las raíces del conflicto entre hutus y tutsis se remontan varias generaciones pero el genocidio se desató tras la muerte del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, víctima del derribo de su avión presidencial --en que también iba su homólogo burundés, Cyprien Ntaryamira-- con un misil el 6 de abril de 1994.
Tras la muerte del mandatario, la milicia Interahamwe lanzó una campaña de ejecuciones que se prolongó durante 100 días, en muchas ocasiones despedazando a sus víctimas en sus casas, en iglesias, estadios de fútbol o en barricadas.