MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha negado que el país tenga tropas desplegadas en República Democrática del Congo (RDC) y ha acusado a Burundi de enviar fuerzas al este del país africano, escenario de un repunte de los combates con diversos grupos rebeldes.
Kagame ha rechazado durante una videoconferencia las informaciones de diversas ONG y 'think tank' sobre la presencia ruandesa en la provincia de Kivu Sur, situada en la frontera, y ha resaltado que "esta gente no ve lo que está pasando ahí, pero quiere ver presencia ruandesa".
"Nuestra información de Inteligencia dice que hay fuerzas de Burundi, fuerzas gubernamentales, operando en esa región", ha dicho, antes de recalcar que además "hay grupos rebeldes, se pueden encontrar fácilmente".
Asimismo, Kagame ha reiterado que "no hay un solo soldado de la Fuerza de Defensa de Ruanda (RDF) que haya ido a ese territorio, ni uno solo", al tiempo que ha reconocido que la situación que atraviesa el este de RDC "es un caos".
"El Gobierno de RDC conoce el hecho de que no hay un solo soldado de la RDF allí", ha manifestado, al tiempo que ha agregado que "no sabe qué dice" la Misión de Naciones Unidas en RDC (MONUSCO) "ni nadie más" sobre este asunto.
"Créanme, no hay un solo soldado (ruandés) en esa zona", ha señalado Kagame, quien ha puntualizado además que "es un problema que ha existido desde hace décadas" y ha aprovechado para incidir en que "el Gobierno actual de RDC ha ayudado mucho a la hora de trabajar con los países de la región".
En este sentido, ha criticado que "según algunos, eso no es bueno", debido a que "por algún motivo, es un problema que quieren preservar". "Por ello crean esta presión sobre ellos creando estas mentiras", ha argüido.
Kagame ha hecho referencia a la iniciativa del presidente de RDC, Félix Tshisekedi, junto a su homólogo angoleño, Joao Loureno, para mediar en las disputas entre Ruanda y Uganda, que derivaron en un acuerdo en febrero para rebajar las tensiones.
Por otra parte, el mandatario ruandés ha destacado que Kigali ha dado "información" a RDC para sus operaciones contra los grupos rebeldes en el este del país. "Empezaron a actuar contra estos grupos a raíz de parte de esta información, ya que querían comprobarla ellos mismos", ha explicado.
OFENSIVAS MILITARES
Los rumores sobre el papel de Ruanda han aumentado en los últimos meses debido a las ofensivas militares contra distintos grupos rebeldes ruandeses en la zona. Decenas de detenidos han sido posteriormente trasladados al país vecino para ser juzgados.
"Ahora se vuelve contra ellos, como si actuar contra estos grupos fuera un crimen. Empiezan a acosar y cuestionar al Gobierno", ha dicho, antes de criticar que estas voces "no se quejan de la presencia de (el grupo rebelde de) las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR)".
"No se quejan del caos que causan (las FDLR) al pueblo de RDC. Están creando un mito y una especie de monstruo de que las RDF han cruzado la frontera. No dicen nada sobre contra quiénes se opera, en caso de que cruzaran", ha sostenido.
Así, Kagame ha recordado el ataque ejecutado la semana pasada por las FDLR en el Parque Nacional de Virunga, que se saldó con la muerte de doce guardias forestales y cuatro civiles y ha criticado que el asunto haya sido abordado "de pasada".
"Se dijo que unos rebeldes de Ruanda han matado gente y ya está. No es un gran problema. No pasa nada. Una mera mención", ha criticado. "Me gustaría que otros hicieran frente al problema, pero no lo están haciendo", ha zanjado.
LAS TENSIONES REGIONALES
La mediación de Tshisekedi y Loureno derivó en una serie de cumbres regionales, la primera de las cuales tuvo lugar en Luanda, que se saldó con un acuerdo entre Kagame y su homólogo ugandés, Yoweri Museveni, para mejorar las relaciones y liberar a ciudadanos del país vecino detenidos.
El Gobierno ruandés había acusado previamente a Kampala de apoyar a los grupos rebeldes que se oponen a Kagame, incluido el Congreso Nacional de Ruanda (RNC) y las FDLR, mientras que Uganda acusó a Ruanda Kampala de imponer efectivamente un embargo comercial al país.
El incremento de las tensiones bilaterales hizo aumentar la preocupación sobre un conflicto subsidiario entre ambos países y Burundi --también enfrentado diplomáticamente con Ruanda-- en el este de RDC, donde todos ellos apoyan a diversos grupos armados.
"Las intensificadas hostilidades entre los estados en los Grandes Lagos amenaza con un retorno a las guerras regionales que desgarraron la región en las décadas previas", alertó a finales de enero el 'think tank' International Crisis Group (ICG).
El ICG recalcó por ello que Tshisekedi "debería priorizar la vía diplomática (...) para calmar las tensiones entre sus vecinos" dado que un conflicto subsidiario "podría desestabilizar aún más RDC e incluso provocar una crisis de seguridad de gran calado a nivel regional".
Los países de la zona han utilizado históricamente a las milicias en RDC, donde siguen operando pese al fin en 2003 del último conflicto --entre 1998 y 2003, que dejó millones de muertos, la mayoría a causa del hambre y las enfermedades--, y el deterioro de las relaciones sólo empeora la situación en la zona, sacudida además por un brote de ébola.