LONDRES, 10 Ago. (EP/AP) -
Las autoridades británicas comprueban hoy si se ha producido un nuevo brote de fiebre aftosa a varios kilómetros del lugar en el que se detectó uno inicial, en el condado de Surrey, en el sur de Inglaterra, después de que enfermara el ganado.
La directora de la Oficina Veterinaria, Debby Reynolds, informó de que vacas en una segunda zona de Surrey han mostrado "leves signos clínicos de infección". Asimismo, indicó que se ha establecido una nueva zona de exclusión de tres kilómetros en torno a una granja.
A pesar de que este caso no ha sido confirmado, Reynolds consideró que el brote es una "situación de enfermedad que se desarrolla", renovando la preocupación sobre que se pueda repetir el escenario de 2001, cuando siete millones de animales fueron sacrificados e incinerados, con efectos devastadores en las industrias del turismo y la agricultura del país.
El nuevo posible caso de fiebre aftosa se registró a unos 15 kilómetros de dos granjas en las que se ha confirmado la presencia de la enfermedad y de una tercera en la que el ganado ha sido sacrificado como precaución.