MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha denunciado las continuas amenazas de Estados Unidos contra Alemania por la construcción del gasoducto Nord Stream 2 que canalizará el gas ruso directamente a Alemania bajo el Mar Báltico.
"El embajador de Estados Unidos en Berlín (Richar Grenell) cada día amenaza al pueblo de Alemania y a las autoridades de ese país con que deben reescribir su política energética en relación con Rusia", ha afirmado la portavoz de Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, en declaraciones a la televisión pública recogidas por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Según Sajarova, Washington presiona a Berlín para que renuncie la cooperación con Moscú, mutuamente beneficiosa, y se reoriente hacia los exportadores de energía estadounidenses.
La construcción del Nord Stream 2, impulsada por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras. De los 1.230 kilómetros de la tubería, faltan por construir actualmente menos de 160. El gasoducto con dos ramales tiene capacidad para transportar 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
El propio presidente estadounidense, Donald Trump, ha ordenado la retirada este próximo otoño de 9.500 integrantes de su contingente en Alemania sin comunicárselo previamente al Gobierno alemán, socio de la OTAN, según ha informado el diario estadounidense 'The Wall Street Journal'.
La noticia ha sido corroborada por la publicación alemana 'Der Spiegel', que estima entre 5.000 y 15.000 el número de militares que regresarán a Estados Unidos a partir de septiembre. Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Defensa de EEUU se han pronunciado hasta ahora al respecto.
Por otra parte, Zajarova ha señalado que "resulta imposible ocultar la magnitud" de los males que achacan un país enfrascado durante decenios en la "exportación de la democracia", en referencia a las protestas antirracistas que sacuden el país norteamericano.
"Para conservar de alguna manera su renombre, su imagen, esa parte destinada a la exportación que siempre ofrecían a los demás países, hay que crear obligatoriamente 'ruidos' locales, regionales", ha advertido Zajarova.
En particular, Zajarova se ha referido a la situación del sistema sanitario estadounidense en medio de la epidemia de coronavirus, "la falta de unidad entre los países occidentales, que se hacía pasar por unanimidad, y los problemas socioculturales".
Según la representante de la Cancillería rusa, el problema racial representa un "segundo bloque" de dolencias que achacan a los países occidentales, y ante todo Estados Unidos, donde ese mal actualmente reveló otras muchas crisis, como la posesión de armas por parte de la población, la discriminación, la falta de contacto entre la sociedad y las autoridades.
"¿De qué exportación del modelo estadounidense se puede hablar actualmente? Me parece que ellos han pasado al plan B, que consiste en la exportación de problemas", ha apuntado la portavoz. "Están cosechando justo lo que sembraron. Sembraron caos y ahora están cosechando el caos en su propio territorio", ha asegurado.