MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha admitido este jueves que varios militares rusos y turcos murieron en enero como consecuencia de ataques de fuerzas rebeldes en la provincia de Idlib, en el noreste de Siria.
En un comunicado, el departamento que dirige Sergei Lavrov ha dicho que en diciembre y en enero los milicianos del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), del que forma parte el antiguo Frente al Nusra --otrora filial de Al Qaeda en Siria-- "intensificaron sus ataques" en el norte de Siria, "principalmente en Alepo.
"En diciembre de 2019, se registraron más de 1.400 ataques de milicianos con tanques, ametralladoras, vehículos de combate de infantería, morteros y proyectiles de artillería", ha señalado el Ministerio de Exteriores ruso, para después acusar a los milicianos de las fuerzas rebeldes de estar utilizando a la población civil de Idlib como "escudo humano".
El Ministerio de Exteriores ruso ha contado que, "a mediados de enero", las fuerzas militares rusas y turcas hicieron una operación conjunta en la zona de Idlib para frenar los ataques de los rebeldes y la respuesta fue que las fuerzas sublevadas "aumentaron los ataques" en la provincia.
"Solo en las últimas dos semanas de enero, se registraron más de 1.000 ataques", ha señalado el departamento que dirige Sergei Lavrov, antes de indicar que los ataques rebeldes dejaron "cientos" de civiles y militares sirios "muertos y heridos". Los ataques de las fuerzas sublevadas acabaron con la vida de varios militares "rusos y turcos".
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha subrayado que los ataques de los grupos rebeldes demuestran "el fortalecimiento inaceptable de los terroristas en Idlib, que gozan de total impunidad y manos libres".
"En estas condiciones, las fuerzas gubernamentales se vieron obligadas a responder para proteger a cientos y miles de sirios frente a la ofensiva terrorista", ha explicado, antes de recordar que las fuerzas militares del régimen sirio están "luchando en su tierra soberana contra terroristas reconocidos como tales por el Consejo de Seguridad de la ONU". "Luchar no solo es un derecho sino también una obligación del Gobierno de Siria", ha recalcado.