MOSCÚ, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha advertido de que Japón y Corea del Sur serían las primeras víctimas de una guerra en la península de Corea y les ha advertido del riesgo de alinearse con las "provocaciones" de Estados Unidos.
"Al condenar las aventuras misilísticas y nucleares de Pyongyang no podemos no hacer lo mismo ante el comportamiento provocativo de nuestros socios estadounidenses. Lamentablemente, intentan arrastrar a su lado a los japoneses y los surcoreanos que (...) se convertirán en las primeras víctimas si estalla una guerra en la península de Corea", ha afirmado Lavrov en una entrevista con la cadena bielorrusia STV recogida por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Además, Lavrov ha destacado que Rusia cumple con las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte. "Rechazamos las aspiraciones de Corea del Norte de hacerse con armas nucleares", ha subrayado, al tiempo que ha demandado que se abandonen las amenazas e insultos y encontrar una vía para reanudar las negociaciones.
Corea del Norte disparó el 29 de noviembre un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), bautizado Hwasong-15, que según Pyongyang, es capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos".
El misil voló 950 kilómetros y alcanzó una altura de 4.475 kilómetros, lo que implica un nuevo avance en el programa de armas nucleares del régimen de Pyongyang.
CONFLICTO EN UCRANIA
En cuanto al conflicto entre las fuerzas ucranianas y los separatistas del este del país, Lavrov ha señalaso que los asesores de los líderes del Cuarteto de Normandía volverán a negociar en breve.
"Creo que continuaremos esforzándonos, en particular en Minsk, que sigue otorgando oportunidades para celebrar negociaciones del Grupo de Contacto que en breve se reanudarán a nivel de los asesores de los líderes de los países del Cuarteto de Normandía", ha señalado.
Lavrov subrayó que el complejo de medidas firmado en la capital bielorrusa es la única alternativa para solucionar el conflicto ucraniano. "Otra cosa es que no todo lo que estipula se cumpla", ha reconocido.
Las hostilidades en la zona han dejado desde abril de 2014 y hasta la fecha más de 10.200 muertos, según estimaciones de la ONU. Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, que sigue activa aunque con menor intensidad.