Rusia anuncia la muerte de 18 milicianos y la destrucción de un centro de control en Idlib (Siria)

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Centro Ruso para la Reconciliación con sede en Siria ha informado de la muerte de 18 rebeldes y de la destrucción tanto de un centro de control de milicianos en Idlib (norte de Siria) como de un depósito con armas y municiones tras un ataque "de alta precisión" del Ejército ruso perpetrado este martes.

"Los ataques contra objetivos de grupos armados ilegales en Siria se llevaron a cabo en respuesta a los intentos de los milicianos de atacar objetivos en el territorio controlado por el Gobierno sirio", ha declarado el contralmirante y subjefe del centro, Oleg Gurinov, según ha informado la agencia de noticias rusa Interfax.

Gurinov ha asegurado que los ataques se llevaron a cabo como respuesta a los "continuos intentos de grupos armados ilegales" en Sarjá de atacar territorio controlado por el Gobierno sirio mediante el uso de drones.

"Continúan las violaciones sistemáticas, selectivas y graves de los protocolos de eliminación de conflictos y el Memorándum bilateral sobre seguridad de vuelo en Siria por parte de la llamada Coalición Internacional Antiterrorista liderada por Estados Unidos. Once casos de violaciones relacionadas con los vuelos de vehículos aéreos no tripulados de la coalición han sido registrados en un día", ha agregado Gurinov.

Esto se produce después de que un supuesto bombardeo ruso el pasado 25 de junio contra un mercado de vegetales y frutas en la ciudad siria de Jisr al Shughur, al oeste de Idlib, dejara al menos nueve civiles muertos y más de 30 heridos.

Apenas dos días después de aquel ataque, otro bombardeo acabó con la vida de ocho presuntos miembros del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización terrorista heredera del Frente al Nusra (en su día filial de Al Qaeda en Siria) que controla Idlib, en el noroeste de Siria, y que se trata del último bastión rebelde del país.

Rusia es uno de los principales apoyos internacionales del presidente sirio, Bashar al Assad, y su intervención militar en 2015 permitió a las fuerzas gubernamentales repeler los avances rebeldes y tomar de nuevo la iniciativa en el campo de batalla.