BEIRUT 1 Oct. (Reuters/EP) -
Alepo vuelve a ser este sábado el escenario de una intensa ofensiva distinguida por nuevos bombardeos efectuados por aviones de combate rusos sobre zonas rebeldes mientras el Ejército sirio y otras fuerzas afines al régimen sirio avanza otra vez hacia la Ciudad Vieja, uno de los bastiones de los grupos contrarios al presidente Bashar al Assad.
Los bombardeos rusos han ido dirigidos contra las líneas de suministros de los rebeldes, concentradas en Castello Road y Malá. La ofensiva por tierra del Ejército se ha centrado mientras tanto en el barrio de Suleiman al Halabi, justo delante del frente abierto en la Ciudad Vieja.
Los rebeldes aseguran haber repelido este último asalto. "Las fuerzas del Gobierno han perdido a varios combatientes y nosotros permanecemos en nuestros puestos", ha declarado Abú Hamam, miembro de la facción rebelde Failaq al Sham.
El Observatorio para los Derechos Humanos ha confirmado los bombardeos, así como los combates en Al Halabi, que ha descrito como una especie de "toma y daca" entre ambos bandos sin avances claros por ninguna de las dos partes. El Ejército, por su parte, ha prometido que insistirá en su estrategia tras hacerse el pasado jueves con el control de la posición clave del campo Handarat, en el norte de Alepo.
Los combates y los bombardeos en el este de Alepo, controlado por los rebeldes y asediado por el régimen sirio, han dejado 338 muertos en las últimas semanas, entre ellos 106 niños, y herido a otras 846 personas, 261 de ellas menores, según ha informado este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Estamos pidiendo cuatro cosas: que cesen las muertes, que cesen los ataques contra la atención sanitaria, que los enfermos y heridos salgan y que entre la ayuda", ha reclamado el responsable de gestión de riesgos de emergencia y respuesta humanitaria de la OMS, Rick Brennan, en un briefing en Ginebra. "La situación realmente es inconmesurable", ha subrayado.