MOSCÚ, 11 Mar. (Reuters/EP) -
Rusia y China han urgido este viernes a Corea del Norte a volver a la mesa de negociaciones a seis bandas sobre el programa nuclear del régimen de Kim Jong Un, después de sus últimas pruebas militares, con las que ha vuelto a desafiar a la comunidad internacional.
"No reconocemos el estatus nuclear de la República Democrática de Corea", ha dicho el ministro de Exteriores de China, Wang Yi. "No escatimaremos esfuerzos para volver a las negociaciones a seis bandas", ha indicado.
Wang ha llamado al país vecino a cumplir "completamente" las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. "Deben cumplirse punto por punto", ha recalcado.
En la misma línea, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha calificado de "irresponsable" el comportamiento de Corea del Norte. "Creemos que la firme reacción de la comunidad internacional será interpretada por Pyongyang como una señal de que no debe haber aventuras de este tipo en el futuro", ha confiado.
Lavrov ha aclarado que "nadie va exonerar a Corea del Norte" de estas violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad, ni siquiera Rusia y China, sus únicos aliados en la región y --prácticamente-- en la comunidad internacional.
Sin embargo, al mismo tiempo los portavoces de Moscú y Pekín han criticado los planes de Estados Unidos para desplegar un sistema de misiles en Corea del Sur, en respuesta a los recientes lanzamientos de proyectiles y pruebas nucleares del Norte.
"Excede de sobra las actuales necesidades de defensa de la península (de Corea)", por lo que "perjudicará el estratégico equilibrio de poder en la región, llevando posiblemente a una nueva carrera armamentística", ha alertado Wang.
NUEVA ESCALADA
El régimen comunista lanzó el miércoles desde la provincia de Hwanghae Norte dos misiles que alcanzaron las aguas de la ciudad costera de Wonsan, recorriendo una distancia de 500 kilómetros, en medio de los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur.
El Gobierno norcoreano ha continuado así la escalada de tensión, a pesar de las nuevas sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por la bomba de hidrógeno que lanzó el 6 de enero y el satélite de observación terrestre que puso en órbita el 7 de febrero usando tecnología de misiles balísticos.
Corea del Norte volvió a desafiar a la comunidad internacional la semana pasada lanzando seis proyectiles de corto alcance al mar de Japón, después de que el máximo órgano ejecutivo de la ONU ampliara las medidas punitivas en su contra.