Rusia.- Condenado a cadena perpetua el asesino en serie que mató a al menos 48 personas en Moscú entre 2001 y 2006

Actualizado: lunes, 29 octubre 2007 13:12

MOSCÚ, 29 Oct. (EP/AP) -

Un tribunal ruso condenó hoy a cadena perpetua a Alexander Pichushkin, quien entre los años 2001 y 2006 mató a 48 personas, dando así por finalizado uno de los casos de asesinatos en serie más graves de la historia de Rusia.

Esta sentencia contra Pichushkin, quien reclamó la autoría de 63 asesinatos al pesar de que la Fiscalía sólo encontró pruebas de 48, ha sido la más severa permitida por la Justicia rusa y coincide con la petición del fiscal.

Alexander Pichushkin perpetró la mayoría de sus crímenes durante los últimos cinco años en el parque Bittsa, situado en el sur de Moscú, por lo que se le empezó a conocer como el "maniaco de Bittsa". Pichushkin, quien también fue condenado por dos intentos de asesinato, ha reconocido que quería cometer un asesinato por cada cuadrado de un tablero de ajedrez y, según su versión, sólo se quedó a un crimen de conseguirlo.

El condenado se mantuvo de pie en una cabina de cristal reforzado con las manos cruzadas detrás de la espalda mientras el juez leía la sentencia, durante unos 45 minutos. Cuando el magistrado Vladimir Usov le preguntó si entendía la sentencia, Pichushkin contestó: "No estoy sordo".

La cadena perpetua contra Pichushkin, de 33 años, también incluye tratamiento psiquiátrico, aunque expertos de la principal clínica psiquiátrica rusa ya señalaron que no se trata de un demente, sino que está totalmente cuerdo.

ATRAÍA A LAS VÍCTIMAS CON VODKA

El veredicto de culpabilidad, dictado por un jurado popular, fue leído el pasado miércoles después de una deliberación de más de dos horas. La Fiscalía explicó durante el juicio que Pichushkin atraía a sus víctimas, la mayoría indigentes, al parque prometiéndoles vodka si le acompañaban en sus lamentos por la muerte de su perro.

Según señaló, asesinó a once personas en 2001, seis en un sólo mes. La mayoría de las víctimas murieron al ser arrojadas a una fosa de aguas residuales después de ser emborrachadas. En algunos casos fueron estranguladas o golpeadas en la cabeza.

A principios de 2005, Pichushkin comenzó a asesinar con "particular crueldad", golpeando con un martillo la cabeza de sus víctimas ebrias, para después clavarles en el cráneo destrozado una botella de vodka aún sin terminar, dejando a la vista los cuerpos, según describió la Fiscalía.

Pichushkin admitió haber asesinado a una de sus últimas víctimas en febrero de 2006 para demostrar que no había sido detenido, como habían indicado algunas informaciones publicadas en la prensa rusa. Su arresto tuvo lugar en junio de ese mismo año, después de que una mujer dejara en su casa una nota diciendo que saldría a dar un paseo con él, y de que ésta fuera hallada muerta más tarde.

Pichushkin reconoció que tenía constancia de aquella nota. "Me entregué yo mismo, así que no hay necesidad de que la Policía se atribuya el mérito de detenerme", dijo durante el juicio. Y añadió: "Soy un profesional".