NUEVA YORK 8 Feb. (Reuters/EP) -
Rusia considera que brindar un acceso "total" a los trabajadores humanitarios para que suministren comida y material sanitario a los desplazados en Siria a causa de la guerra civil es "una idea imposible", después de que Australia, Luxemburgo y Jordania presentaran este pasado jueves a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU --Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido-- un borrador de resolución que demanda el acceso.
En declaraciones a Reuters, el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin, ha desestimado la propuesta antes de que sea debatida en el foro y la ha calificado como "una idea imposible, muy decepcionante e incluso peor" que otros borradores de resolución presentados meses atrás sobre el acceso humanitario y la situación en Siria.
"¿Por qué se molestan en circularla o redactarla?. Estoy verdaderamente sorprendido, muy sorprendido", ha ironizado Churkin, que mantiene que el documento en sí es "una idea imposible". Entre otras cosas, el borrador aboga por una total implementación de las anteriores demandas presentadas por el Consejo de Seguridad sobre el acceso de ayuda humanitaria.
Asimismo, urge el fin de los asedios, la desmilitarización de los colegios y hospitales, y el levantamiento de los obstáculos burocráticos que ralentizan el envío de ayuda, de acuerdo con fuentes diplomáticas del organismo.
El documento también incluye una condena explícita sobre las "violaciones de los Derechos Humanos y los abusos, así como los bombardeos aéreos", algo que en anteriores ocasiones ha propiciado el veto de Rusia y China, tradicionales aliados de Damasco, y desestimado el borrador de resolución.
SITUACIÓN "CRÍTICA" EN EL CONSEJO
Un diplomático occidental interpreta la reacción rusa al borrador como un intento de "posponer cuanto más posible" el debate de la propuesta de resolución en el seno del Consejo de Seguridad, al tiempo que, en el foro, reconocen que la situación de bloqueo es "crítica" ante la imposibilidad de ahondar en la condena al régimen y propulsar un acceso humanitario, tal y como reconoció el jueves la embajadora estadounidense en la ONU, Samantha Power.
"Este asunto no es una cuestión de politización de los esfuerzos humanitarios, es una cuestión de introducir la humanidad en el esfuerzo político", ha apuntado a Reuters el presidente del Comité Internacional de Rescate, David Miliband.
Según datos de Naciones Unidas, hay alrededor de 9,3 millones de siros, de los cuales la mitad necesitan ayuda humanitaria. Más de 100.000 personas han muerto en los combates entre las fuerzas de seguridad sirias y las milicias rebeldes e islamistas desde marzo de 2011, cuando se iniciaron los levantamientos contra el Gobierno de Bashar al Assad. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización activista siria radicada en Reino Unido, eleva este balance a 136.000 fallecidos.