MOSCÚ, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Altos cargos del Ministerio de Defensa ruso han acusado este miércoles a Turquía de ser "el principal comprador" del petróleo que el grupo terrorista Estado Islámico está extrayendo en Irak y Siria y ha denunciado que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, estaría implicado en este negocio.
"El principal comprador del petróleo robado (por Estado Islámico) de los dueños legales en Siria e Irak es Turquía", ha declarado en un encuentro con la prensa recogido por las agencias rusas el viceministro de Defensa, Anatoli Antonov.
De acuerdo con los datos obtenidos por Rusia, según Antonov, "la alta jefatura del país, el presidente Erdogan y su familia están involucrados en este negocio criminal". "Puede que sea muy directo, pero uno solo puede confiar el control sobre este negocio a sus personas más próximas", ha añadido.
"En Occidente, nadie ha preguntado por el hecho de que el hijo del presidente turco encabece una de las mayores empresas energéticas o que su hijo haya sido designado ministro de Energía. ¡Qué maravillo negocio familiar!", ha ironizado, según Reuters. "El cinismo de los líderes turcos no conoce límites. Mira lo que están haciendo. Van al país de otros y están robando sin remordimientos", ha añadido.
Según el viceministro, "los beneficios de las ventas del petróleo son una de las principales fuentes para los terroristas en Siria, que ganan anualmente unos 2.000 millones de dólares".
Por su parte, el jefe de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Sergei Rudskoi, ha indicado que Rusia ha "localizado tres rutas principales de transporte de petróleo a Turquía desde territorios controlados por el Estado Islámico en Siria e Irak".
LA COALICIÓN NO BOMBARDEA CAMIONES CISTERNA
El general ha subrayado que el Estado Mayor ruso no ha detectado bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos contra las caravanas de petróleo de Estado Islámico. "No hay indicios de que la coalición destruya los camiones cisterna de los terroristas", ha aseverado.
Asimismo, ha asegurado que desde que Rusia comenzó su intervención en Siria el pasado 30 de septiembre se ha reducido "drásticamente" el número de los camiones cisterna del Daesh. Según el alto mando ruso, el grupo terrorista posee un total de 8.500 camiones que transportan ilegalmente hasta 200.000 barriles de crudo diarios.
"Los ingresos de esta organización terrorista alcanzaron los 3 millones de dólares al día. Tras dos meses de bombardeos aéreos por parte de Rusia, sus ingresos por petróleo cayeron a 1,5 millones de dólares al día", ha precisado. En este periodo, Rusia ha destruido 32 complejos de refinado, once refinerías, 23 estaciones de bombeo y más de 1.000 camiones cisterna.
ENTRADA DE TERRORISTAS DESDE TURQUÍA
Por su parte, el jefe del Centro Nacional de Defensa ruso, el teniente general Mijail Mizintsev, ha revelado que "solo durante la semana pasada hasta 2.000 terroristas, más de 120 toneladas de municiones y unos 250 vehículos de diferentes tipos fueron trasladados desde Turquía hacia las filas del Estado Islámico y del Frente al Nusra", la filial de Al Qaeda en Siria.
"Según nuestros datos de reconocimiento, Turquía lleva a cabo actividades de este tipo desde hace mucho tiempo y de una manera regular", ha sostenido Mizintsev.
Las relaciones entre Rusia y Turquía atraviesan su peor momento en años después de que cazas turcos derribaran el pasado 24 de noviembre un avión ruso en la frontera de Siria que, según Ankara, había entrado en su espacio aéreo. Moscú asegura que el avión nunca salió del espacio aéreo sirio.
Como represalia a este hecho, Rusia ha adoptado todo un paquete de medidas de represalia que afectan principalmente a las importaciones de productos agrícolas de Turquía. El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció que el derribo había sido "una puñalada por la espalda" por parte de "cómplices" de los terroristas, en referencia a Ankara.
Durante el encuentro con los periodistas, los altos cargos rusos han mostrado imágenes de satélite que presuntamente muestra columnas de camiones cisterna cargando crudo en instalaciones controladas por Estado Islámico tanto en Siria como en Irak y cruzando luego la frontera con Turquía.
En este sentido, han adelantado que la próxima semana darán a conocer nuevos datos sobre las armas y el entrenamiento que reciben los milicianos sirios en Turquía. "Os daremos información sobre la cantidad de armas, componentes de sustancias explosivas y el entrenamiento de milicianos en territorio turco la próxima semana", ha señalado Mizintsev.
Según el viceministro, citado por la agencia rusa Sputnik, "los beneficios de las ventas del petróleo son una de las principales fuentes para los terroristas en Siria, que ganan anualmente unos 2.000 millones de dólares".
Por su parte, el jefe de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Sergei Rudskoi, ha indicado que Rusia ha "localizado tres rutas principales de transporte de petróleo a Turquía desde territorios controlados por el Estado Islámico en Siria e Irak".
Asimismo, el jefe del Centro Nacional de Defensa ruso, el teniente general Mijail Mizintsev, ha revelado que "solo durante la semana pasada hasta 2.000 terroristas, más de 120 toneladas de municiones y unos 250 vehículos de diferentes tipos fueron trasladados desde Turquía hacia las filas del Estado Islámico y del Frente al Nusra", la filial de Al Qaeda en Siria.
"Según nuestros datos de reconocimiento, Turquía lleva a cabo actividades de este tipo desde hace mucho tiempo y de una manera regular", ha sostenido Mizintsev.
Las relaciones entre Rusia y Turquía atraviesan su peor momento en años después de que cazas turcos derribaran el pasado 24 de noviembre un avión ruso en la frontera de Siria que, según Ankara, había entrado en su espacio aéreo. Moscú asegura que el avión nunca salió del espacio aéreo sirio.
Como represalia a este hecho, Rusia ha adoptado todo un paquete de medidas de represalia que afectan principalmente a las importaciones de productos agrícolas de Turquía. El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció que el derribo había sido "una puñalada por la espalda" por parte de "cómplices" de los terroristas, en referencia a Ankara.