MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Rusia ha señalado este miércoles que la advertencia de Estados Unidos sobre los presuntos preparativos del Ejército sirio para llevar a cabo un ataque químico "complican el proceso de negociaciones" en el país árabe.
Así, el viceministro de Exteriores ruso, Gennadi Gatilov, ha indicado que "las acciones de Estados Unidos complican el proceso de negociaciones y afectan negativamente a los esfuerzos que se realizan en Astaná y Ginebra".
"Si (Estados Unidos) tiene por objeto atizar la tensión, lo consideramos inadmisible", ha dicho, advirtiendo a Washington contra llevar a cabo acciones unilaterales en el país árabe.
"Siempre hemos sido muy claros en eso, especialmente, respecto al último ataque (de Washington) contra las tropas sirias", ha manifestado, recalcando que las declaraciones de Estados Unidos sobre los citados presuntos preparativos son "estupidez y bobería".
"Estas especulaciones carecen de base alguna, nadie presenta ninguna prueba", ha remachado Gatilov, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha manifestado que Moscú responderá "con dignidad" y "de forma adecuada" a una eventual intervención estadounidense en territorio sirio.
"Espero que Estados Unidos se guíe con la necesidad de defender verdaderamente la no proliferación de las armas químicas en vez de especular con datos de inteligencia, que son secretos y no se pueden revelar a nadie, para hacer provocaciones y utilizarlos de pretexto para nuevos ataques contra las fuerzas del Ejército gubernamental sirio que luchan contra los terroristas", ha recalcado.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, alertó recientemente de que Estados Unidos ha detectado "potenciales preparativos" similares a los llevados a cabo antes del ataque químico perpetrado el pasado 4 de abril en la localidad siria de Jan Sheijun, que dejó más de cien muertos.
Este mismo miércoles, el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, ha afirmado que la advertencia que hizo la Casa Blanca ha conseguido frenar el presunto ataque que estaba siendo preparado, siempre según la versión de Washington.
Estados Unidos atacó con misiles de crucero la base aérea siria de Al Shairat, en la provincia de Homs, tras el ataque en Jan Sheijun, que fue achacado a Damasco, lo que fue rechazado por los gobiernos de Siria y Rusia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, argumentó que la decisión de bombardear la base militar siria iba en línea "con el interés nacional", al tiempo que pidió a las "naciones civilizadas" que se unan a Washington "para intentar poner fin a la carnicería y el derramamiento de sangre en Siria, así como al terrorismo en todas sus formas".
La inmensa mayoría de la comunidad internacional ha acusado al Gobierno de Bashar al Assad de estar detrás del ataque en Jan Sheijun, controlada por los rebeldes.
Sin embargo, el Gobierno de Rusia ha afirmado que el Ejército sirio bombardeó una fábrica de armas químicas en la localidad, descartando un ataque químico por parte de las fuerzas gubernamentales. Esta tesis fue posteriormente avalada por Damasco.