MOSCÚ 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Rusia está dispuesta a permitir la salida segura de combatientes, así como de civiles, del este de Alepo, para garantizar su acceso a la ayuda humanitaria, según ha informado este jueves el director de operaciones del Estado Mayor, Sergei Rudskoi.
"Estamos dispuestos a garantizar a los radicales con armas y a los civiles una salida segura de la parte este de Alepo, así como el suministro de ayuda humanitaria", ha dicho el militar ruso en declaraciones a la prensa local.
Rudskoi ha recordado que "para el paso libre de los civiles en ambas direcciones fueron creados siete corredores humanitarios". "A todos los habitantes que quieran abandonar la región se les garantiza una salida segura, así como la evacuación sin obstáculos de los heridos y los enfermos y la prestación de la ayuda médica necesaria", ha sostenido.
El dirigente ruso ha atribuido los problemas de evacuación a los rebeldes sirios. "Deben desminar el camino a lo largo de los corredores humanitarios y dejar de disparar a los civiles que quieren abandonar el este de Alepo", ha reclamado.
También ha pedido a los opositores que no limiten la libertad de movimientos de la población del este de Alepo, acusándoles de usar a los civiles como "escudos humanos", algo que --ha denunciado-- no merece la atención de Occidente.
Rudskói ha criticado que, en lugar de reaccionar a estos hechos, Occidente ha optado por lanzar "una campaña de acusaciones infundadas contra la Fuerza Aérea rusa sobre bombardeos indiscriminados de instalaciones civiles y barrios residenciales de Alepo".
Por otro lado, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, ha instado a sus aliados regionales a no suministrar misiles antiaéreos a la oposición siria, advirtiendo de que cualquier acción contra Rusia tendrá respuesta, según informa Reuters.
Sobre la posibilidad de que Reino Unido aumente su participación militar en Siria, tal y como ha propuesto este jueves su ministro de Exteriores, Boris Johnson, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, lo ha valorado como algo positivo, siempre que se sume a la lucha contra el Estado Islámico.
La aviación rusa bombardea desde hace un año las posiciones del Estado Islámico y otros grupos terroristas en Siria con el beneplácito del Gobierno de Bashar al Assad. Activistas y opositores acusan al Kremlin de atacar también objetivos rebeldes.