MOSCÚ, 2 Ago. (Reuters/EP) -
Las autoridades rusas han embargado este miércoles una casa de campo y un almacén en Moscú propiedad de la Embajada estadounidense, el primer acto dirigido al cumplimiento de las órdenes del Kremlin de reducir en un 60 por ciento la presencia estadounidense en el país.
Empleados estadounidenses desmantelaron el martes la dacha o casa de campo rusa, situada a las afueras de Moscú, y un almacén en el sur de la capital. Ambos inmuebles eran utilizados por personal diplomático estadounidense los fines de semana y como lugar para celebrar fiestas. Según declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Interfax de la portavoz de la Embajada de Estados Unidos, Maria Olson, el embargo de los dos inmuebles ya se habría producido.
Sin el mobiliario del jardín y los fuegos de barbacoa, la dacha ha sido cerrada y un automóvil de la Policía vigila la entrada, según ha confirmado Reuters. "No sé cuándo cambiará esta situación", ha declarado un agente, que ha informado de que no se esperan visitas de ningún empleado ruso o estadounidense.
"Han dicho que van a quitar muchos trabajos, no solo diplomáticos y personal técnico, también servicios auxiliares como conductores, bedeles y cocineros", ha declarado un empleado ruso de la Embajada que ha declinado ser identificado. "Espero no tener problemas, pero quién sabe", ha añadido.
La confiscación de estas dos propiedades y la orden de reducir en un 60 por ciento el personal diplomático estadounidense desplegado en territorio ruso ha sido la respuesta de Moscú a las sanciones adoptadas a final de 2016 por el Gobierno saliente de Barack Obama contra la presunta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El ultimátum del presidente ruso, Vladimir Putin, pretende mostrar liderazgo entre sus seguidores sin poner en juego la inversión estadounidense ni dañar sus lazos con su homólogo norteamericano, Donald Trump.