MOSCÚ, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas de Rusia mantienen que el derribo de un caza Su-24 por parte de Turquía fue una "acción deliberada" y han apuntado a la teoría de la "emboscada", a pesar de las alegaciones que han planteado en los últimos días las autoridades turcas.
El jefe de la Fuerza Aérea rusa, Viktor Bondarev, ha asegurado este viernes que Turquía vigiló al Su-24 durante 34 minutos antes de disparar contra él. En este sentido, ha apuntado que, si se hubiese sido un hecho fortuito, las aeronaves turcas no habrían tenido el tiempo suficiente para despegar desde su base y llegar a la zona fronteriza.
"Los datos del radar confirman que dos cazas F-16 estuvieron patrullando la zona durante una hora y 45 minutos a una altitud de 2.400 metros, lo que apunta a una acción deliberada", ha indicado Bondarev en declaraciones a los medios en Moscú. Turquía, ha añadido, estaba lista para una "emboscada", informa la agencia Sputnik.
El Gobierno turco sostiene que derribó el avión tras una violación de la soberanía, un argumento negado por las autoridades de Rusia y por el piloto superviviente. Bondarev, de hecho, ha advertido de que fue un avión turco el que entró "unos 40 segundos" en Siria, a dos kilómetros de la frontera.
Según Moscú, su caza cayó a tierra cuando se preparaba para lanzar un segundo ataque en Siria sobre posiciones terroristas, lo que probaría que el avión turco se encontraba a la distancia apropiada para el lanzamiento de su proyectil aire-aire --de entre cinco y siete kilómetros-- y, por tanto, en territorio sirio.
MEDIDAS
Tras el derribo del caza por parte de las fuerzas turcas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya adelantó que esa "puñalada por la espalda" acarrearía "consecuencias muy graves", sin entrar en más detalles.
El jueves, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, concretó la paralización de las inversiones conjuntas y la restricción de las importaciones de productos alimentarios. Además, Moscú también ha suspendido toda cooperación militar con Ankara.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que esta semana ha descartado una "guerra" con Turquía, ha confirmado que a partir del próximo 1 de enero los ciudadanos turcos necesitarán un visado para entrar en Rusia.
El presidente de la Duma (Cámara Baja), Sergei Narishkin, ha advertido en una entrevista a la televisión rumana Digi 24 de que el "asesinato intencionado" de personal militar "debe ser castigado". "Rusia también tiene derecho a una respuesta militar", ha subrayado, según recoge la agencia Reuters.