MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de Rusia e Irán han condenado este miércoles los dos atentados suicidas perpetrados durante la jornada en la capital del país, Damasco, que han dejado más de 30 muertos y decenas de heridos.
El Ministerio de Exteriores ruso ha condenado en un comunicado "la nueva atrocidad de los terroristas", agregando que "sin duda está vinculada con la tercera reunión internacional sobre Siria en Astaná".
Asimismo, ha lamentado que varios países del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no condenaran el atentado perpetrado el sábado en Damasco, afirmando que "representa un doble rasero que pone en duda su compromiso de erradicar el terrorismo".
En este sentido, ha agregado que este supuesto doble rasero "incita a los terroristas a perpetrar más crímenes sangrientos y reduce la eficacia de las acciones encaminadas a separar la oposición armada siria de Estado Islámico y el Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra".
"Instamos a todos los socios a examinar las cuestiones de la lucha antiterrorista, en Siria o en otros países, como prioritarias", ha remachado, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Bahram Qassemi, ha resaltado que los atentados "pretenden rebajar el impacto de las pérdidas de los terroristas en el campo de batalla".
"Estos sanguinarios terroristas en Irak y Siria están exhalando su último aliento gracias al Ejército, las fuerzas populares y los combatientes de la resistencia contra el terrorismo", ha dicho.
"Obviamente, estas medidas inhumanas y atroces no les darán nueva vida", ha manifestado Qassemi, tal y como ha recogido la cadena de televisión iraní Press TV.
El primero de los atentados se ha producido en el Palacio de Justicia, situado cerca de la Ciudad Vieja, y, según el ministro de Justicia, Najem al Ahmad, habría 31 muertos, en su mayoría civiles, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Según ha informado a SANA una fuente del Mando de la Policía de Damasco, el suicida vestía uniforme militar y llevaba un fusil y una granada.
Al ser parado por la guardia y entregar ambas armas en la puerta exterior del edificio, ha conseguido correr hacia la puerta del patio del Palacio de Justicia, accionando el cinturón explosivo que portaba.
La explosión se ha producido "en un momento en el que la zona está muy concurrida" con abogados, jueces y civiles, ha explicado a la cadena de televisión Al Ijbariya Ahmed al Sayyid, un alto cargo legal.
Poco después, otro terrorista suicida se ha inmolado en un restaurante en el barrio de Al Rabweh, al oeste del escenario del primer ataque, dejando varias víctimas, según los medios oficiales, sin que por el momento haya un balance de muertos. Al parecer, ha accionado su artefacto tras ser perseguido por las fuerzas de seguridad.