ÁMSTERDAM, 9 Nov. (Reuters/EP) -
Rusia y los países occidentales han escalado este jueves en el enfrentamiento que mantienen en el seno de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas sobre la decisión de mantener o cerrar la misión que se ocupa de investigar el uso de arsenales tóxicos en la guerra civil de Siria.
La OPAQ y Naciones Unidas crearon en 2015 un equipo para identificar a los individuos, las organizaciones y los gobiernos responsables de los ataques químicos en el país árabe. Su mandato expira el próximo 17 de noviembre pero su trabajo aún no ha concluido.
La renovación del Mecanismo de Investigación Conjunta (JIM, por sus siglas en inglés) está en el aire desde el 26 de octubre, cuando presentó su informe definitivo sobre el ataque con gas sarín efectuado el 4 de abril en la localidad siria de Jan Sheijún, controlada entonces por la oposición, del que ha acusado al Gobierno de Bashar al Assad.
Rusia, uno de los principales aliados del régimen sirio, ha calificado de "infundado" este informe y ha amenazado con vetar la prórroga del JIM, en contra de la posición que defienden Estados Unidos y el llamado bloque europeo --Reino Unido, Francia y Alemania--.
El Gobierno de Vladimir Putin ha propuesto una nueva investigación basada en las muestras que se recogieron en el mismo lugar del ataque químico, al que los investigadores del JIM no pudieron acceder, por lo que se utilizaron las que les entregaron las autoridades sirias.
"Es un velado ataque político contra la integridad profesional del director general" de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, ha dicho la delegación británica en un comunicado. "Con esto se pretende socavar la capacidad y competencia de la OPAQ", ha alertado, en el marco de la sesión que se ha celebrado este jueves en la sede de La Haya.
En la misma línea se ha pronunciado el representante estadounidense, Kenneth Ward. "No hay ninguna duda de que desde 2013 Siria se ha embarcado en una grotesca y calculada campaña para el uso de armas químicas, pero Rusia sigue negando la verdad y colabora con el régimen de Al Assad", ha criticado.
Al Assad ha negado reiteradamente el uso de armas químicas y ha recordado que, en virtud del acuerdo alcanzado en 2013 --tras otro gran ataque atribuido a Damasco-- con Rusia y Estados Unidos, entregó todos sus arsenales tóxicos a la comunidad internacional para que fueran destruidos.