MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Más de 40.000 personas participarán en los ensayos clínicos "a gran escala" de la vacuna contra la COVID-19 que ya ha registrado Rusia y que se abrirá a otros países con vistas a ampliar mercado, algunos de los cuales ya han mostrado su interés en participar tanto en la fase de pruebas como en la de producción.
El director general del Fondo de Inversión Directa de Rusia, Kiril Dimitriev, ha anunciado que los ensayos comenzarán la próxima semana y "cumplirán plenamente con las normas internacionales", después de que la premura del registro haya puesto en guardia a expertos internacionales que dudan de la eficacia de la vacuna, bautizada como Sputnik V.
Inicialmente, las pruebas comenzarán en Rusia, mientras que bien a finales de agosto o a principios de septiembre darán el salto a otros países. En el caso ruso, los ensayos coincidirán con la vacunación de las personas consideradas grupo de riesgo, por ejemplo personal sanitario o educativo, según la agencia de noticias Sputnik.
"Podemos comenzar a suministrar la vacuna a los mercados extranjeros en noviembre o diciembre de este año, y partimos de que la vacunación masiva en Rusia comenzará en octubre", ha señalado.
Dimitriev ha asegurado que hay "una gran demanda" de la vacuna rusa, que se producirá "en más de cinco países". Entre los países que podrían participar en estas tareas de producción figuran Brasil, Cuba, India y Corea del Norte, que según Dimitriev cuentan con las capacidades necesarias para sumarse al proyecto.
Los ensayos, por su parte, se extenderían a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Filipinas, con un "quizás" añadido en el caso de Brasil e India.
Dimitriev ha instado a "no politizar" la carrera por la obtención de una vacuna contra la COVID-19, ya que debe haber "muchas". "Cuantas más vacunas, mejor para la Humanidad", ha apostillado.