MOSCÚ, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Defensa de Rusia ha rechazado las "infundadas" acusaciones de Amnistía Internacional sobre la matanza de civiles a causa de la campaña de bombardeos del Kremlin en Siria, al tiempo que ha instado a la ONG a ocuparse también de la actividad de los terroristas.
El portavoz ministerial Igor Konashenkov ha considerado que el informe publicado este miércoles por la organización humanitaria para denunciar el elevado número de víctimas civiles por los bombardeos rusos está plagado de "clichés manidos".
Konashenkov ha criticado que estas informaciones se basen en "fuentes anónimas" o en "defensores de los Derechos Humanos locales" que el funcionario ruso ha llegado a vincular con las organizaciones terroristas que actúan sobre el terreno. "No es creíble", ha dicho.
En concreto, se ha referido a un bombardeo supuestamente lanzado por la aviación rusa contra el Hospital de Sarmin, en Idleb, que dejó 12 muertos y 28 heridos. Konashenkov ha lamentado que, aunque los testigos solo vieron caer tres misiles, ya se dé por supuesto que eran aviones rusos. Además, ha mostrado fotografías que demostrarían que el complejo sigue "completo".
También ha aludido a la acusación de que las fuerzas rusas han lanzado bombas de racimo en Siria. "No tenemos ese tipo de armamento", ha afirmado, recordando además que los periodistas extranjeros que visitaron la base aérea de Hmeymim ni siquiera preguntaron sobre este material.
Konashenkov se ha cuestionado asimismo por qué Amnistía Internacional no se ha hecho eco de "la evidencia irrefutable" del uso de bombas de racimo por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas en el este del país. "¿Qué estaba haciendo en ese momento?", ha planteado.
El Ministerio de Defensa ruso ha subrayado que el objetivo de su intervención militar en Siria es luchar "exclusivamente" contra "la plaga del siglo XXI: el terrorismo internacional".