Rusia y Turquía acuerdan dar más tiempo para la aplicación de su acuerdo sobre la provincia de Idlib (Siria)

Jan Egeland, asesor humanitario de la ONU para Siria
REUTERS / DENIS BALIBOUSE - Archivo
Actualizado: jueves, 18 octubre 2018 18:00


MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El asesor humanitario de Naciones Unidas para Siria, Jan Egeland, ha afirmado este jueves que los gobiernos de Rusia y Turquía darán más tiempo para la aplicación de su acuerdo sobre la provincia siria de Idlib (noroeste), que incluye una zona desmilitarizada.

En rueda de prensa, Egeland ha destacado que "una de las fechas límite ha sido superada o está siendo superada", al tiempo que ha argumentado que esta decisión de Moscú y Ankara "dará más tiempo para la diplomacia", lo que ha descrito como "un gran alivio".

Así, ha reconocido que en el marco del conflicto en el país árabe la comunidad internacional "ha fracasado más veces de las que se ha logrado lo que se quería", si bien ha apuntado que "ha habido algunos casos positivos".

"Llevamos cinco semanas sin bombardeos en Idlib. No puedo recordar un periodo así durante los últimos tres años en Idlib", ha manifestado Egeland, quien ha dicho que "es una calma bienvenida" en "esta zona muy sensible, compleja y difícil, en la que hay tres millones de civiles".

Asimismo, ha destacado que las organizaciones humanitarias "tienen acceso a virtualmente todas las zonas de Idlib", incluida la ayuda transfronteriza, por lo que ha recalcado que la prórroga a la aplicación del acuerdo "da una ventana de oportunidad para ayudar a la población en calma, lo que es importante antes del invierno".

Sin embargo, ha resaltado que "hay informaciones sobre grupos construyendo más fortificaciones y señales de que el conflicto podría abarcar partes o la mayoría de la provincia" en caso de estallar.

Egeland ha puntualizado además que la ONU "tiene un millón de preguntas sin respuesta sobre cómo podría afectar la aplicación del acuerdo a la protección de los civiles y el acceso humanitario", al tiempo que ha recordado que "aún no hay un mapa exacto de cómo será la zona desmilitarizada".

El Gobierno de Turquía anunció la semana pasada el establecimiento de la zona desmilitarizada y confirmó la retirada del armamento pesado por parte de los rebeldes, en el marco del acuerdo alcanzado en septiembre con Rusia.

En virtud del acuerdo sellado el mes pasado entre Turquía y Rusia, principal aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, los rebeldes "radicales" deben retirarse de la zona desmilitarizada para mediados de este mes.

Tahrir al Sham, el principal grupo armado presente en la provincia y del que forma parte el antiguo Frente al Nusra --extinta rama de Al Qaeda en Siria--, aún no ha aclarado su postura, que será clave para el éxito del acuerdo.

Por ello, Egeland ha pedido no seguir "la lógica militar que ha sido seguida a menudo en esta guerra", ya que, a su juicio eso "sería algo horrible no sólo para civiles, sino también para los trabajadores humanitarios, de los que hay 12.000 en Idlib".

Por otra parte, ha destacado que los donantes occidentales han reiniciado la entrega de ayuda tras retirar las restricciones temporales por las preocupaciones sobre posibles desvíos de la misma a grupos terroristas. "Esto es extremadamente importante", ha argumentado.

En este sentido, ha criticado estas limitaciones a la entrega de ayuda en zonas en las que hay presencia de grupos terroristas y ha puesto como ejemplo a una mujer viuda con cinco hijos que resida en una zona controlada por estos grupos y que no recibe ayuda por este motivo. "Es víctima dos veces", ha recalcado.

LA SITUACIÓN EN RUKBAN

En otro orden de cosas, Egeland ha destacado también la existencia de noticias positivas en el caso del campamento de desplazados de Rukban, situado en la frontera con Jordania, donde llegará en los próximos días un convoy con ayuda humanitaria.

"Nos han dado garantía de que tenemos todos los permisos del Gobierno de Damasco para mandar un convoy con comida y ayuda sanitaria, todo lo que necesita la población de Rukban", ha confirmado.

"Es uno de los lugares más desesperados en Siria ahora", ha dicho, antes de recordar que la última entrega tuvo lugar en enero y que han fallecido varias personas en el lugar ante la falta de alimentos.

El Ejército sirio ha endurecido su asedio del campamento, que también está próximo a la frontera iraquí, impidiendo que contrabandistas y comerciantes entreguen alimentos.

Jordania, que hace unos meses accedió a permitir un envío de ayuda, ha sostenido desde entonces que no se le debería responsabilidad ya que el campamento no está en su territorio y todas los futuros envíos deberían proceder de los almacenes de la ONU dentro de Siria.

En los últimos tres años, decenas de miles de personas han huido hasta Rukban desde zonas de Siria bajo control del grupo terrorista Estado Islámico. El campamento se encuentra dentro de la "zona de distensión" de 55 kilómetros creada por el Pentágono estadounidense.

Por último, Egeland ha desvelado que el Gobierno de Rusia ha comunicado que la ley que permite expropiaciones de propiedades de desplazados y refugiados ha sido retirada, si bien ha resaltado que siguen teniendo lugar. "Esto son buenas noticias, y esperemos que sea una realidad sobre el terreno", ha remachado.

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