ÁMSTERDAM, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha exigido este domingo una disculpa al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien asimiló al Gobierno holandés con "fascistas" y "retales del Nazismo". Rutte ha calificado estas palabras de "inaceptables".
Además de pedir una disculpa a Ankara, Rutte ha sugerido que se calmen los ánimos y "cabeza fría" para permitir una normalización. El primer ministro holandés responde así a los llamamientos a utilizar las redes sociales a expresar su portesta por la expulsión y veto a la entrada a dos ministros turcos en las últimas horas, informa la televisión pública holandesa, NOS.
Rutte ha añadido que "si Turquía continúa en esta línea, Países Bajos estudiará una respuesta", aunque no ha querido concretar si, como pien ya algunas voces, la represalia sería la suspensión del Acuerdo de Asociación con Turquía.
El mandatario holandés ha recordado que desde el viernes se está intentando rebajar la tensión y ha pedido "responsabilidad" en lugar de "echar más leña al fuego". Así, ha recordado que los dos países tienen un historial de "400 años de buenas relaciones".
La crisis diplomática entre Turquía y Países Bajos se desencadenó el sábado después de que el Gobierno holandés revocara el permiso para el aterrizaje del avión del ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, porque consideró que su visita amenazaba la seguridad y el orden público.
Más tarde, las autoridades impidieron a la ministra de Familia y Bienestar Social turca, Fatma Betül Sayan Kaya, acceder al Consulado de Róterdam, adonde había llegado por carretera desde Alemania y posteriormente fue escoltada de vuelta a territorio germano.
Tanto Cavusoglu como Kaya pretendían reunirse con representantes de la numerosa comunidad turca de Países Bajos, muchos de los cuales tienen doble nacionalidad, para recabar su apoyo a las enmiendas constitucionales que se someterán al referéndum en Turquía el 16 de abril.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó al Gobierno neerlandés de actuar con "remanentes nazis y fascistas", pero el primer ministro holandés, Mark Rutte, ha respondido que se trata de afirmaciones "locas" y "fuera de lugar".