MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El clérigo iraquí Muqtada al Sadr, hombre fuerte del país tras la victoria de su coalición Sayirún en las elecciones legislativas del año pasado, ha revelado que Naciones Unidas se ha desentendido de su propuesta para coordinar un debate público entre todos los grupos políticos del país con vistas a desatascar el proceso de formación de Gobierno en el país.
"Querido pueblo de Irak: Quiero informaros de que hemos remitido una propuesta a Naciones Unidas para un diálogo público con todos los partidos políticos. Por desgracia, no hemos recibido una respuesta tangible y parece que no les importa lo que está ocurriendo", ha denunciado Al Sadr en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter y recogido por la agencia oficial de noticias de Irak, INA.
Así, Al Sadr ha pedido a la población que "espere al siguiente paso" que dará su formación "ante esta política que parece ignorar lo que está ocurriendo con Irak y su gente debido a la corrupción".
La negativa de la ONU dificultará todavía más el diálogo entre las formaciones iraquíes, a juicio del clérigo. "Que nadie se espere un nuevo diálogo secreto después de esto. A mi pueblo no le escondo nada, y no me voy a sentar con los corruptos que quieren el mal", ha concluido.
Las últimas parlamentarias, de carácter anticipado, fueron convocadas tras la grave crisis política en la que se vio sumido el país tras las masivas movilizaciones registradas en 2019, que forzaron la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva legislación electoral.
Las protestas, que estallaron en octubre de 2019 y se saldaron con más de 550 muertos --según el balance oficial facilitado en julio de 2020--, supusieron una nueva muestra del desencanto de la población con la clase política ante los numerosos casos de corrupción, el mal estado de los servicios públicos y la crisis económica imperante en Irak.
Al Sadr ha denunciado que todos sus intentos para formar gobierno han fracasado ante la insistencia de sus rivales en convocar un gobierno de consenso en lugar de respetar el reparto de escaños tras las elecciones, que terminaron con la derrota de los partidos respaldados por Irán, claves en el equilibrio político del país.