MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los observadores internacionales presentes en el juicio contra los activistas saharauis detenidos en 2010 durante el desmantelamiento del campamento de protesta de protesta de Gdeim Izik, a las afueras de El Aaiún, han denunciado la utilización de pruebas obtenidas bajo tortura.
"Condenamos el uso de pruebas obtenidas mediante tortura y alertamos que el juicio contra el grupo de Gdeim Izik es por razones de persecución política, y no de aplicación de la justicia", aseguran los observadores en un comunicado difundido este sábado por la agencia de noticias saharaui SPS.
En ese sentido, recuerdan que hay varios informes internacionales que certifican que las confesiones fueron obtenidas bajo tortura. "Los acusados fueron obligados a firmar completamente exhaustos, asustados y bajo tortura y hasta obligado a poner sus huellas dactilares en las declaraciones", sostienen. Los propios detenidos afirman que todos estos documentos son falsos. Además, los observadores recuerdan que los partes médicos de lesiones por las torturas no se han presentado ante el tribunal.
Entre los observadores está el eurodiputado español Ramon Boixadera i Bosch, así como activistas franceses, portugueses, noruegos e italianos, presentes en el juicio que tiene lugar en el Tribunal de Apelación de Salé, en Marruecos.
"SEIS AÑOS DE PRISIÓN Y TORTURA"
"El gobierno marroquí está juzgando de nuevo a los conocidos activistas de derechos humanos saharauis", reprochan los observadores. Tras "seis años de prisión y tortura", ahora están acusados de formar una banda criminal y de violencia contra funcionarios públicos en cumplimiento del deber.
El comunicado de los observadores destaca que el juez se abstuvo de pronunciarse sobre la formalidad en relación a la instancia en el que se celebra el juicio. "Por lo tanto, no se sabe si este proceso constituye una primera instancia o un recurso. Esta es un dato alarmante, priva a los acusados de sus derechos universales relativo al derecho de recurso", argumentan.
A los abogados defensores se les prohibió presentar un memorándum sobre pruebas médicas basadas en el Tratado de Estambul. Durante el testimonio de Mohammed El Ayoubi, actualmente en libertad bajo fianza, debido a su estado de salud, Ayoubi dijo: "Pedí pan y recibió golpes." Ayoubi, un hombre de escasos recursos que se manifestó por una mejor vida en el campamento de Gdeim Izik fue brutalmente sodomizado por la policía en la mañana del 8 de noviembre y todavía tiene dificultades para caminar después de la tortura que se le aplicó.
Durante el proceso, la acusación se ha basado en una grabación que supuestamente muestra lo ocurrido durante el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, pero no aparece en la lista de pruebas. Los observadores la consideran "parte de la propaganda montada por las autoridades marroquíes".
Cientos de saharauis acamparon a las afueras de El Aaiún en 2010 para denunciar su situación social y económica en lo que muchos consideran el inicio de la Primavera Árabe. Sin embargo, las autoridades marroquíes disolvieron la protesta, que vincularon con el independentismo saharaui.
ANTIGUA COLONIA ESPAÑOLA
La colonia española del Sáhara fue ocupada en 1975 por Marruecos y Mauritania tras los Acuerdos Tripartitos, firmados el 14 de noviembre de 1975, que cedían la soberanía del Sáhara Español a estos dos países.
Tras una breve guerra, el movimiento independentista Frente Polisario expulsó a Mauritania y firmó la paz y el reconocimiento mutuo con sus milicias a las puertas de Nuakchot, pero Marruecos consolidó su control sobre el territorio y miles de saharauis huyeron de la salvaje represión. Entonces comenzó la colonización marroquí del territorio.
En 1991 se firmó un alto el fuego entre ambas partes, que se comprometían a la celebración de un referéndum de autodeterminación organizado por la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental, pero desde entonces las disputas sobre el censo para la votación --Marruecos quiere que voten los colonos marroquíes-- ha impedido la consulta. Ahora 140.000 refugiados saharauis viven en los campamentos de Tinduf, Argelia.